En aquel tiempo al conocer la muerte de Juan Bautista, Jesús se alejó discretamente de allí en una barca y fue a un lugar despoblado. Pero la gente lo supo y en seguida lo siguieron por tierra desde sus pueblos.
Al desembarcar Jesús y encontrarse con tan gran gentío, sintió compasión de ellos y sanó a sus enfermos. Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: «Estamos en un lugar despoblado, y ya ha pasado la hora.
Despide a esta gente para que se vayan a las aldeas y se compren algo de comer.» Pero Jesús les dijo: «No tienen por qué irse; denles ustedes de comer.» Ellos respondieron: Aquí sólo tenemos cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo: «Tráiganmelos para acá.» Y mandó a la gente que se sentara en el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los entregó a los discípulos.
Y los discípulos los daban a la gente. Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que sobraron: ¡doce canastos llenos! Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Reflexión del Evangelio
La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta entre otros santos, en honor a La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta por partida doble en honor a nuestra Madre María, ya que, se celebra la consagración de Basílica Santa María la Mayor, construida por el Papa Sixto III, en el año 432, en recuerdo del Concilio de Éfeso que en el año 431 había definido que María sí es Madre de Dios.
La Basílica fue construida en el Monte Esquilino, una de las siete colinas de Roma, en el lugar donde La Virgen señaló con una nevada. Por eso hoy también se celebra la Antigua Advocación Mariana, Nuestra Señora de las Nieves que se remonta al siglo IV. Según la tradición, en la época del Papa Liberio (352 – 366).
San Pío V la declaró fiesta de la Iglesia universal en el siglo XVII. Es la Patrona de Ciudad Bolívar, felicitaciones a toda la feligresía de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar.
La liturgia diaria medita los textos de: Jr 28,1-7; Sal 118; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Mateo capítulo 14, del verso 13 al 21. En el que se hace un resumen de la actividad de JESÚS, para destacar Su Aflicción y Compasión, unido al relato de la primera multiplicación de los panes, en la versión de San Mateo.
Son momentos bien humanos de nuestro Señor JESUCRISTO, y es que luego de recibir la noticia de que Juan había muerto Él buscó la soledad. Ya que la oración, el silencio y la soledad, son una buena compañía para los momentos de catarsis o de grandes decisiones.
Perder a un persona querida
Esos momentos se le presentan juntos a JESÚS, porque, Él tiene el dolor por la muerte de una persona cercana y el desafío de cumplir con Su Misión de hacer realidad el cambio de mentalidad de los seres humanos, por eso es que ante el hambre de la multitud Él les presenta el desafío a sus discípulos: «Denle ustedes de comer».
Y es que el Evangelio deja claro que cuando compartimos, y ponemos al servicio de los demás lo poco o lo mucho que tenemos, el resultado es extraordinario, porque alcanza para todos y además de eso sobra.
Sin lugar a dudas que es una buena lección para los líderes de nuestro planeta, que, si entendieran y pusieran en práctica el mensaje de JESÚS, no habría hambre, ni exclusión sobre la tierra, porque las palabras: «acumular y acaparar», las eliminarán del diccionario social, para reemplazarlas por: «solidaridad y redistribución equitativa».
Lamentablemente, esa actitud de la mayoría de los líderes del mundo e incluso de muchos que nos llamamos cristianos, es la que en el texto asumieron los discípulos, que tomaron la solución más lógica a la mentalidad del mundo: ¡descartan las multitudes y cada uno se las arregle como pueda!
Por eso JESÚS compromete a los discípulos y les enseña el ámbito de la lógica del Reino: el compartir, la sensibilidad al dolor y la necesidad del Hermano.
Ausencia de caridad y solidaridad
Al confrontarnos con el texto vemos que la caridad y la solidaridad carece de tiempo, lugar y de otras condiciones. Ya que, sin esta apertura de corazón, de nuestros bolsillos, de la mente y de nosotros mismo, nunca vamos a entender la dinámica del Reino de DIOS, en la que todos necesitamos de todos, para ser más felices y menos ruines, más solidarios y menos excluyentes.
Es que, con JESÚS, siempre sumamos, nunca restamos, y ante este panorama que tenemos en nuestra sociedad de grandes necesidades de comida, de medicina, del consuelo, del afecto, y de compartir la Palabra de DIOS, se hace más que necesario la participación de cada uno de nosotros, con nuestros talentos y recursos, en la apremiante tarea de ser instrumentos dóciles de DIOS, y entender su mandato: ¡Denle ustedes de comer!
Señor JESÚS, danos la sensibilidad necesaria, tal como Tú la tuviste para poder sentir el dolor y el hambre que padecen la mayoría de nuestros semejantes y no solo preocuparnos, sino ocuparnos de sus necesidades.
Amén.
Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana
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