En aquel tiempo, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?» Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos, y declaró: «En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como este niño, ese será el más grande en el Reino de los Cielos.

El que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Cuídense, no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre del Cielo.

¿Qué pasará, según ustedes, si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se extravía? ¿No dejará las noventa y nueve en los cerros para ir a buscar la extraviada? Y si logra encontrarla, yo les digo que esta le dará más alegría que las noventa y nueve que no se extraviaron.

Pasa lo mismo donde el Padre de ustedes, el Padre del Cielo: allá no quieren que se pierda ni tan solo uno de estos pequeñitos.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia Universal celebra hoy la fiesta entre otros santos en honor a los santos Ponciano, Papa e Hipólito, Presbítero, mártires que deportaron juntos, a Cerdeña, y con igual condena, adornados, al parecer, con la misma corona, los trasladaron finalmente a Roma, Hipólito, al cementerio de la vía Tiburtina, y el papa Ponciano, al cementerio de Calisto.

La liturgia del día medita los textos: Ez 2,8-3,4; Sal 118; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, Según San Mateo capítulo 18, del verso 1 al 14. En el que se narra la respuesta que le da JESÚS, a sus discípulos, sobre la consulta de que quién es el más importante en el Reino de los Cielos.

Él les responde con una parábola y con una acción: pone en el centro de la atención a un niño, que en aquel entonces era un cero a la izquierda y les dice que hay que ser así, reconquistar el espíritu de sumisión y humildad, para acoger la inocencia del niño, que sería como acoger al propio JESÚS identificado con los pequeños.

Tiempos violentos y excluyentes

Recordemos que JESÚS vivió en un tiempo tan violento y excluyente, como el nuestro y con sus actitudes y mensaje de Amor quieres aligerarnos la carga de tal modo que aprendamos a comportarnos como seres humanos racionales, para poder disfrutar de las bondades creadas por DIOS.

DIOS creó al hombre para que fuera feliz disfrutando a sus anchas de todas las cosas que Él puso a su disposición, pero lamentablemente por la ambición de unos pocos por someter a otros, se fue creando brechas de injusticias sociales bien difíciles de ser superadas.

Por eso es que los escándalos y las injusticias, son parte del día a día de este mundo, sin embargo, el poder del mal no disminuye en absoluto el Poder de DIOS para Actuar en el mundo y ayudar a todos aquellos que se mantengan fieles a Sus Designios a tener un puesto en el Banquete de la Vida Eterna.

Mientras que los que sufren vejámenes y mantengan en alto su sed de justicia, trabajando por revertir esas situaciones, allanarán el camino hacia la santidad, porque estos son los medios por los cuales DIOS Hace crecer el AMOR y Su Presencia en el mundo.

Salir de su condición social

Al confrontarnos con el texto, vemos que se habla de los niños y de los pequeños, es decir los humildes, que muchas veces, son gente que se esfuerza por salir de su condición social para llegar a ser más independientes, gracias a una mejor educación y a mayores entradas económicas. Pero a menudo la sociedad les hace muy difícil lograr una superación, porque no entran en juegos sucios o se niegan a imitar el modo de vivir de las personas egoístas.

Ya que lamentablemente a los paradigmas del tener y del poder que se nos presentan en la sociedad no les importa los medios o la manera como han sido obtenidos esos éxitos o riquezas. Debido a esto, no raras veces los pequeños deben resignarse a un fracaso, a perder su ojo, antes que renunciar a lo más importante, que es vivir bajo los Designios de DIOS.

Por eso es que JESÚS nos invita hoy a tomar conciencia del pecado tanto individual como social de las estructuras del mal presente en nuestra sociedad y a ver el mundo, como el lugar donde las personas puedan formarse libres y dignamente, mediante la lucha y la superación constante, ayudados por el Espíritu Santo, y de esta manera transformar la exclusión en inclusión y el egoísmo en solidaridad y servicio.

Si lo hacemos así estaremos colaborando con el Propósito de DIOS de no perder «a ninguno de sus pequeñitos» (Mt 18,14).

Señor JESÚS, ayúdanos a Configurarnos Contigo para poder excluir de nuestras acciones e intenciones la diaria tentación de querer imponernos sobre los demás y cumplir así con nuestra Misión de ser servidores y orientadores de nuestros semejantes tal como Tú eres con nosotros.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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