“Después de marchar los Magos de Belén, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.» José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por boca del profeta: Llamé de Egipto a mi hijo. Herodes se enojó muchísimo cuando se dio cuenta que los Magos lo habían engañado, y fijándose en la fecha que ellos le habían dicho, ordenó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y sus alrededores. Así se cumplió lo que había anunciado el profeta Jeremías: En Ramá se oyeron gritos, grandes sollozos y lamentos: es Raquel que llora a sus hijos: éstos ya no están, y no quiere que la consuelen”.
Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana
La Iglesia universal celebra hoy la fiesta, en honor a Los Santos Inocentes, así son llamados los niños menores de dos años que fueron asesinados, en Belén de Judá, en lugar del niño JESÚS. Constituyen las primicias de los que mueren por Cristo. Su muerte violenta representa a los inocentes, que murieron entonces y de los que mueren hoy. De los inocentes que no pueden defenderse en la vida, porque son asesinados en los vientres de sus madres, de los que no han sido registrados en ningún sitio y, por tanto, no existen en los documentos oficiales, pero que sí tienen una vida propia, como la tuya y la mía.
Y la liturgia de hoy nos presenta al Evangelio de JESUCRISTO, según San Mateo capítulo 2, versos del 13 al 18, en el que se relata la matanza de los inocentes, y con lujo de detalles se narra el drama de la sagrada familia de Nazaret que ante la amenaza de muerte tiene que huir a Egipto. Mateo cita expresiones de los profetas Oseas y Jeremías, referentes a las pruebas que soportó el pueblo de Dios en el pasado. De tal manera que JESÚS ha de vivir el destierro y la angustia de ser perseguido como sus antepasados. Empieza su persecución cuando nace y lo acompañará hasta la muerte.
Y por eso es que Egipto que en otros tiempos fue lugar de esclavitud, hoy se convierte en lugar de refugio para la familia de Nazaret. Y desde Egipto es de donde DIOS llama al Mesías para que la raza humana pueda experimentar la libertad y la vida. Lamentablemente la libertad de un pueblo no es tarea fácil, porque siempre hay gente violenta que atenta contra la vida de las personas migrantes y causa dolor a las madres, que al igual que la Matriarca Raquel siguen llorando a sus hijos e hijas que viven desterrados y son víctimas de la xenofobia y de distintos tipos de vejaciones.
Al confrontarnos con el texto, podemos reflexionar sobre dos temas trascendentales para la vida de nuestra sociedad venezolana, por un lado, el tema de la matanza de tantos niños inocentes, por los abortos, por el hambre y la falta de asistencia médica. Y por otro lado el tema de la migración masiva que hoy se cierne sobre nuestra patria y donde casi todas las familias han experimentado el drama de ver partir a muchos miembros, con la incertidumbre de los destinos y de los futuros impredecibles.
En el tema de la matanza de los inocentes, narrada en el texto de Mateo, nos invita a preguntarnos: ¿Por qué Señor permites tantas muertes injustas, propiciadas por leyes criminales como la del aborto? ¿Por qué los ciudadanos conscientes hemos permitido que se nos impongan esas leyes? ¿Hasta cuándo vamos a soportar este drama de ver morir a mengua a nuestros niños por la falta de alimentos y medicinas? Preguntas que nos comprometen, ya que no hay dudas, que todos los ciudadanos, por acción o por omisión, somos responsables de este genocidio, que amparado en leyes generadas en los centros de poder “del nuevo orden mundial”, se está llevado a cabo en casi todos los países del mundo. Lo que nos genera un compromiso cristiano de cerrar filas y apoyar todos los esfuerzos y actividades de las distintas organizaciones “Provida”, que existen, y aunque seamos minoría, tendremos la satisfacción de estar del lado de la defensa de la vida, tal como lo quiere DIOS.
El tema del éxodo es un tema transversal en los textos bíblicos porque es una acción inherente a la vida humana, que, ante la amenaza de subsistencia, emigra a otros lugares en búsqueda de mejores condiciones de vida. Hoy los venezolanos lo estamos viviendo en carne propia ante la inmensa cantidad de jóvenes y otros no tan jóvenes que se han ido a distintos países en búsqueda de solución, a la difícil situación económica, política y social por la que estamos atravesando, dejando su familia aquí, que al igual que Raquel lloran por sus partidas. Teniendo la Fe y la Esperanza que más temprano que tarde, y con la Bendición de DIOS, vendrán nuevamente a sembrar de Justicia, de Paz y de Progreso nuestra hermosa Patria VENEZUELA.
Señor JESÚS, enséñanos a vencer el mal desde Tus enseñanzas y no desde nuestras violencias, que en nada se diferencian a la de nuestros agresores. Y de esta manera nuestra hambre y sed, sea de Justicia y no de venganza. Amén.
Luis Perdomo
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