Les Praeres.-La 77ª Vuelta afronta su segundo gran salto en forma de traslado en su itinerario que la llevará desde Asturias hasta orillas del Mediterráneo en Alicante. El primero fue desde Países Bajos hasta el País Vasco.
De estas nueve primeras etapas la Vuelta sale con una primera gran conclusión, el belga Remco Evenepoel (Quick Step-Alpha Vynil) ha golpeado muy duro a sus rivales y ha demostrado que está a un nivel muy superior al resto. La única duda es conocer si asimilará bien una carrera de tres semanas.
Otra revelación es que Enric Mas (Movistar), Carlos Rodríguez (Ineos Grenadiers) y Juan Ayuso (UAE Emirates) han devuelto a la afición con su actuación en estas nueve primeras etapas.
Las cinco conclusiones de la Vuelta antes de viajar a orillas del Mediterráneo y afrontar la única contrarreloj de la Vuelta, con 30,9 kilómetros entre Elche y Alicante que también favorece a Evenepoel, son:
Evenepoel se destapa en Pico Jano
Remco Evenepoel, la joven y gran promesa belga, llegó a la Vuelta con la intención de intentar esconder sus claras intenciones. Los primeros días los pasó a la sombra del abrumador dominio que ejerció el Jumbo-Visma del esloveno Primoz Roglic las cinco primeras etapas, hasta que en Cantabria, camino del inédito Pico Jano, se destapó.
Había dicho que a la Vuelta venía a probar y pelear por alguna etapa. En los últimos meses, su calendario de competición era exiguo y se limitaba a una única e inapelable participación con victoria en la Clásica San Sebastián. En la cima cántabra vio flojear lo suficiente a sus rivales como para lanzar un contundente ataque y dejó claro que era el más fuerte. Únicamente pudo seguir su rueda Enric Mas (Movistar), quien dejó claro que no le ayudó porque «bastante tenía con seguir su rueda».
Si en Pico Jano estuvo casi intratable, en Les Praeres presentó sus credenciales para pelear por su primera gran vuelta, en la que la única duda que le queda por despejar es cómo asimilará y cómo le responderán las fuerzas en una carrera de tres semanas. La Vuelta es la primera que aborda con el objetivo de ganar. En otro tipo de pruebas ya ha dejado claro hasta dónde puede llegar.
Quick Step asume el peso de la Roja
El Quick Step-Alpha Vynil, conocido internacionalmente como ‘manada de lobos’ por su voracidad y ayuda entre todo el grupo en busca de cualquier triunfo, confirmó las ambiciones de su líder y ya en la etapa de Pico Jano asumió el control del pelotón para asaltar el liderato en favor de Evenepoel y lo consiguió. «La táctica ya la sabíamos con su actuación en carrera», dijo su rival Enric Mas.
A pesar de ser un equipo letal en carreras de un día y habituado a acabar las temporadas como el más laureado o como mucho en segundo o tercer puesto si no se le dan muy bien las cosas, el Quick Step marcó un ritmo infernal las tres siguientes jornadas no dando opción a ningún tipo de aventura ni intento por parte de sus rivales más directos.
Los españoles se ilusionan
De esta primera parte de la Vuelta, con tres finales en alto, las ilusiones por contar con un ciclista nacional para luchar por la clasificación general las confirmaron Enric Mas, Carlos Rodríguez y Juan Ayuso.
Enric Mas aparcó sus problemas psicológicos y el «pánico», como el mismo dijo, a las bajadas que le llevaron a no acabar el pasado Tour y llegar a la salida de Utrecht con muchas dudas por despejar y desde que la carrera abandonó los Países Bajos dejó claro que podía aspirar a todo en esta Vuelta.
Por otro, los dos jóvenes nacidos ya dentro del tercer milenio afrontaban su primera carrera de tres semanas con descaro, ambición y sin ponerse límites y en estas primeras nueve etapas lo consiguieron y viajarán a Alicante dentro del top-5 de la general.
Únicamente les supera Remco Evenepoel, mientras que Primoz Roglic está incrustado entre Enric Mas y Carlos Rodríguez.
En Bilbao se acabó la sequía
El ciclismo español llegaba a la salida de la Vuelta en Utrecht con una preocupante sequía de victorias parciales de etapa en las tres grandes con cinco ediciones completas de ellas sin imponerse. Desde que Ion Izagirre se impuso en el final de Aramón Formigal de la sexta etapa de 2020.
Marc Soler (UAE Emirates), que también ganó ese 2020 en Lecumberri en la segunda etapa, fue el encargado de poner fin a 121 etapas consecutivas sin ganar en la abarrotada línea de meta de Bilbao.
Una vez abierto el tarro de los triunfos, Jesús Herrada (Cofidis) se sumó dos días a la fiesta imponiéndose en un apretado esprint en Cistierna.
Primoz Roglic llegó justo de fuerzas
El Jumbo-Visma mantuvo un rotundo monólogo de dominio en las tres primeras etapas en los Países Bajos, que no depararon ninguna sorpresa aunque se esperaba más de ellas, hasta que llegó el primer final en alto la sexta etapa.
En Pico Jano, se vio que Roglic, a pesar de haber apabullado en el final de etapa en Laguardia, no estaba en la mejor condición posible. La caída que le obligó a abandonar en el Tour de Francia le pasó factura y sus rivales no iban a desaprovechar la oportunidad, sobre todo pensando que el esloveno puede ir a más en las dos próximas semanas.
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