Roma, Italia. El Milan fue el club más activo en el mercado invernal italiano, a escasas horas del cierre oficial (20.00 locales, 19.00 GMT), al fichar al experto delantero croata Mario Mandzukic y al joven defensa inglés Fikayo Tomori, del Chelsea, para intentar pelear hasta el final por un título liguero que al principio de la campaña parecía imposible.
El club milanista, de propiedad del fondo estadounidense Elliott, hizo los fichajes más importantes, aunque a bajo coste, en una sesión marcada por la crisis económica causada por el coronavirus en la que el Juventus o el Inter de Milán prefirieron no invertir.
Campeón de invierno y líder con dos puntos de ventaja sobre el Inter, el Milan potenció su plantilla con Mandzukic, que llega libre, para proporcionar al técnico Stefano Pioli una alternativa al sueco Zlatan Ibrahimovic, de 39 años.
El delantero croata, exjugador del Bayern Múnich, el Atlético Madrid o el Juventus, es un futbolista de carácter y con mentalidad ganadora, que luce en su palmarés una Liga de Campeones, cuatro títulos de la Serie A, además de haber alcanzado la final del Mundial con Croacia en 2018, que ganó Francia.
De momento, Mandzukic ha disputado 21 minutos contra el Atalanta y 18 frente al Bolonia para recuperar un buen estado de forma después de casi diez meses de inactividad tras dejar al Al Duhail de Doha en marzo de 2020.
También llegó Tomori cedido desde el Chelsea. Sustituye al argentino Mateo Musacchio, que ha recalado en el Lazio, y el centrocampista francés Soualiho Meite, procedente del Torino.
Sus rivales directos, el Juventus y el Inter, estuvieron atentos a eventuales oportunidades de mercado, pero finalmente no alteraron sus plantillas, consideradas ya a la altura para pelear por sus objetivos.
El Juventus de Andrea Pirlo decidió esperar para fichar a un delantero adicional mientras que el Inter sondeó la posibilidad de un trueque con el Roma entre el chileno Alexis Sánchez y el bosnio Edin Dzeko, pero finalmente renunció.
Sí estuvo activo en el mercado el Roma, que cerró el regreso de Stephan El Shaarawy, tras dos temporadas en el fútbol chino con el Shangai Shenhua, y el fichaje del estadounidense Brian Reynolds, defensa de apenas 19 años fichado desde el FC Dallas de la MLS estadounidense.
El Atalanta, rival del Real Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones, fue protagonista por una venta ilustre, la del argentino Alejandro «Papu» Gómez al Sevilla.
Capitán y líder del equipo de Bérgamo en los últimos cuatro años, Gómez dejó Italia tras un duro altercado con el técnico Gian Piero Gasperini ocurrido en diciembre. No hubo manera de resolverlo y el club decidió traspasarlo al equipo español.
Para sustituirle, la dirección deportiva del Atalanta apostó por el media punta ucraniano Victor Kovalenko, además de reforzar la banda derecha con el talentoso lateral danés Joakim Maelhe, procedente del Genk belga.
No hubo fichajes en el Nápoles, rival del Granada en los dieciseisavos de final de la Liga Europa, pero sí salidas ilustres.
El delantero polaco Arkadiusz Milik, que no contaba para el técnico Gennaro Gattuso, dejó la Serie A para fichar por el Marsella de la Ligue 1, mientras que el español Fernando Llorente, que tampoco tuvo mucho protagonismo en el primer tramo de campaña, recaló en el Udinese junto a su compatriota Gerard Deulofeu.
El Fiorentina de Cesare Prandelli, en el que militan los argentinos Germán Pezzella o Lucas Martínez Quarta y los españoles Borja Valero y José Callejón, hizo una apuesta ambiciosa al incorporar al delantero ruso Aleksandr Kokorin, procedente del Spartak Moscú.
Entre las demás operaciones de mercado en Italia, destaca el fichaje del argentino Adolfo Gaich por el Benevento o el del paraguayo Antonio Sanabria por el Torino, procedente del Real Betis.
Además, el holandés Kevin Strootman, exjugador del Roma, dejó el Marsella para fichar por el Génova.
EFE noticias
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