Puerto Ordaz.-Jhan Anthony de 23 años y Néstor Luis César Avilés de 20 años, murieron por disparos en el pecho, efectuados por funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales, el hecho ocurrió el día 29 de noviembre en horas de la mañana en la calle Bolívar del sector Santa Rosa, Puerto Ordaz.

Padres de las víctimas acudieron a la redacción de este medio para pedir a fiscales de los Derechos Fundamentales del estado Bolívar, Carlos Alberto De Sánchez, Gisela María Bogado Bravo y María Vanesa Chayeb, que apertura investigaciones sobre el supuesto enfrentamiento que ocurrió en la referida comunidad.

Víctimas de este suceso denunciaron que jamás hubo un enfrentamiento. “Los capuchas negras de las Faes, echaron una de las puertas de la casa al suelo y nos levantaron de las camas, siempre apuntándonos con sus armas de fuego. Eran más de 30 hombres, nos golpearon, también nos secuestraron y nos trasladaron al río, para matar posteriormente a mis dos hijos”.

Cuenta que en el domicilio estaban algunos menores y adolescentes que igual fueron agredidos. “Jhon, lo sacaron a golpe, en tanto que el segundo fue desalojado de su propia vivienda, a un lado de mi casa, ambos los tirotearon, primero en las piernas y luego con los brazos alzados”.

Néstor Luis, padre, dijo que el menor de los fallecidos, tenía pensado estudiar para policía nacional; mientras que el otro de los caídos estuvo en la Guardia Nacional, “mis hijos no tenían antecedentes policiales, no eran ningunos delincuentes, ellos buscaban a unas personas que robaron en el apartamento de un escolta del gobernador Justo Noguera”.

Aseguran que el escolta del gobernador andaba en un vehículo gris con los funcionarios de las Faes. Antes de matarlos, uno de los policías les hizo fotos a los infortunados y se las enseñó a un sujeto que se hallaba en el auto antes descrito, después los mataron sin piedad.

Robaron la casa

Además, acusaron a “los capuchas negras”, que después de matar a sus hijos y simular un supuesto enfrentamiento, se llevaron objetos de la casa, entre los cuales, teléfonos celulares, electrodomésticos, alimentos y otras cosas de valor.

En cuanto a los sobrenombres de “Topo” y “Baloteli”, eran alias que su propia familia les había colocado por cariño. “En la comunidad, los vecinos saben que mis muchachos, no eran ningunos delincuentes, los asesinaron injustamente y pide que se haga justicia”, acotó la madre.

Ambos, acudieron a la fiscalía de los Derechos Fundamentales, en donde colocaron la denuncia, exigen que se haga justicia, por otro lado, advirtieron que en algún momento Dios, hará justicia por estas muertes que ocurren en cualquier sector de Ciudad Guayana, encabezada por los cuerpos de seguridad.

Por último, indicaron que lo que vivieron ese día, fue una acción terrorista, todos resultaron lesionados. Uno de los muertos, tenía 7 años trabajando en un puesto del mercado de Unare.

Bladimir Martínez Ladera

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