Ciudad Guayana.- A través de los principios pedagógicos que inspiran la filosofía del egregio educador brasileño Paulo Freire (1921-1997), en torno a la enseñanza del deporte para todos, respetando la condición humana y priorizando el placer y la diversión en el juego, la Fundación Zapatos Rotos está cumpliendo dos años de actividad a favor de las comunidades del suroeste de Puerto Ordaz.
Uno de los mayores logros es contar, desde enero de 2020, con el apoyo de material deportivo y asesoría técnica del Club Atlético Paranaense de Curitiba, a través de su programa de Responsabilidad Social, otorgándole a la organización venezolana, sin fines de lucro, la potestad de ser representante de la Escola FURACAO en nuestro país, una extensión del club brasileño, que llega igualmente a territorios tan lejanos como África y la India.
Igualmente, la contribución de personas sensibles con esta tesonera labor de sus promotores, ha hecho posible la supervivencia de esta asociación filantrópica.
Unos 80 niños de los populosos sectores de Toro Muerto, Minifincas y La Esperancita, reciben atención a través de la práctica del fútbol como herramienta para transformar vidas, sembrando valores ciudadanos en los menores a partir de los 6 años, que acuden a la sede del Colegio de Abogados de Caroní, en la Avenida Loefling de la urbe guayanesa.
La presidencia de la FZR la ejerce el docente universitario y periodista deportivo Carlos Dickson Pérez, quien fue uno de los gestores como coordinador de los llamados Mundialitos de Fútbol de Caracas, entre 1986 y 1990, en los que trascendieron grandes figuras del fútbol venezolano como Juan Carlos Socorro, Rafael Dudamel, Gerson Díaz, Feliz Hernández, Carlos Mieres y José “Papi” Rivas, entre otros.
Prensa Fundación Zapatos Rotos
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