Evangelio

“En aquel tiempo, terminada la travesía, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que lo tocaban se curaban”.

Reflexión hecha por: Luis Perdomo. Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela.

La Iglesia universal, celebra hoy la fiesta entre otros santos, en honor a San Pablo Miki y compañeros. En el año 1549 San Francisco Javier llegó al Japón y convirtió a muchos paganos. Ya en el año 1597 eran varios los miles de cristianos en aquel país. Y llegó al gobierno un emperador sumamente cruel y vicioso, el cual ordenó que todos los misioneros católicos debían abandonar el Japón en el término de seis meses, so pena de ser asesinados. Al no cumplir con dicha orden el gobierno ordenó la ejecución de un grupo irreductible, entre los que estaban Pablo Miki y compañeros. Fueron 26, martirizados el mismo día, 5 de febrero del año 1597.

Y la liturgia del día nos presenta el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Marco capítulo 6, verso 53 al verso 56, En el que se narra la llegada de JESÚS y sus discípulos a la región de Genesaret donde les esperaba una intensa jornada misionera. Son dos acciones unidas por el accionar misericordioso de Dios, por un lado, vemos a un pueblo que acude a JESÚS, porque descubre en Él una fuente de vida y esperanza inagotable, y unido a ese acto, vemos la entrega generosa de JESÚS, hacia los enfermos, que les ayuda a recuperar su salud y con ella su dignidad.

Seguidamente la narrativa de Marco nos invita a discernir un tema importantísimo en la Misión de JESÚS: Él no se limita a la Predicación o la Enseñanza, sino que va más allá, Su Acción incluye el contacto con las personas, especialmente con los enfermos y necesitados. Y es que la Presencia de JESÚS, tiene el Poder de Sanar y Transformar las mentes y los corazones de las personas, porque sus Palabras no son solo de adoctrinamiento o de teorías, sino de Salvación.

Pertinente es destacar que en la época en que JESÚS, vivió su vida terrena, había unas limitaciones previstas para el contacto físico entre sanos y enfermos, principalmente por motivos religiosos y no tanto por motivos de salud o higiene. Por eso es que la acción de JESÚS, busca suscitar un cambio de actitud, dejando a un lado toda clase de prejuicios, en el que debe incluirse al enfermo como un miembro principalísimo de la sociedad, por el que hay que velar a toda hora,

Al confrontarnos con el texto, nos hace recordar que el libro del Génesis nos presenta a DIOS, como el Ser Trascendente que le pone orden a todo con la Fuerza de Su Palabra. Y en este Evangelio se nos describe la continuación de esa Obra Creadora: ahora es la Palabra Encarnada, JESÚS, que pone orden en las cosas desajustadas por la enfermedad, la debilidad, la carencia etc., volviéndolo todo en cierto modo a Su Bondad Originaria.

Por lo que podemos inferir, que este texto es una invitación para que asumamos Su Mandato de Misericordia para la atención a los enfermos, cuyo número crece diariamente por el colapso de nuestro sistema sanitario, lo que ha incidido en el aumento de los pacientes que sufren enfermedades crónicas que al no tener ni los medicamentos, ni los equipos obviamente que solo nos queda aferrarnos a un Milagro de la Voluntad de Divina, y por lo cual los discípulos de JESÚS tenemos que redoblar nuestras oraciones y acciones en favor de los enfermos, emulando a sus paisanos que, cuando se enteraban donde Él estaba, “le llevaba los enfermos en camillas”. 

Así que la invitación que nos hace el texto de hoy, es seguir orando a DIOS Todopoderoso, por la salud de todos nuestros enfermos, y poniendo nuestro esfuerzo físico y lo poco o lo mucho que tengamos como paliativo de solución a este gravísimo problema social. En nuestra oración a DIOS también debemos incluir el petitorio para que Él tome el control con la Fuerza de Su Espíritu Santo, de la mente y el corazón de quienes nos dirigen, para que aparten sus interese personales o grupales y centrarse en la búsqueda de solución a esta profunda crisis políticas, económica y sanitaria que estamos padeciendo.

Señor JESÚS, te pedimos humildemente que Tomes control con la Fuerza de Tu Espíritu, de la mente y del corazón de quienes nos dirigen, para que depongan de sus intereses personales o grupales y puedan centrarse en la búsqueda de la solución a esta profunda crisis políticas, económica y sanitaria que estamos padeciendo.

Amén

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