Fotografía cedida este sábado, 21 de enero, por la Presidencia de la República de Brasil en la que se registró al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva (i), mientras visita la Casa de Apoyo a la Salud Indígena (CASAI), durante su viaje a Boa Vista, en el Estado de Roraima (Brasil). EFE/Ricardo Stuckert/Presidencia de la República de Brasil

El Gobierno brasileño ordenó la apertura de una investigación por un posible delito de «genocidio» contra los indígenas yanomamis, que enfrentan una grave crisis humanitaria con varios casos de desnutrición infantil, informaron este sábado fuentes oficiales.

La Policía Federal será responsable, «a partir del próximo lunes», de la investigación encomendada por el ministro de Justicia, Flávio Dino, con objeto de esclarecer «responsabilidades y castigar a los culpables», señaló la cartera en un comunicado.

Dino acompañó este sábado al presidente Luiz Inácio Lula da Silva al estado amazónico de Roraima, fronterizo con Venezuela, para conocer in situ la situación en la que se encuentran los yanomamis ante la «desasistencia» médica de los últimos años.

El mandatario, que asumió el poder el 1 de enero, responsabilizó del «abandono» y el tratamiento «inhumano» a los yanomamis a los cuatro años de gestión del ahora expresidente Jair Bolsonaro, defensor de la minería y la explotación de madera en tierras indígenas.

«Lula determinó que las leyes sean cumplidas en todo el país y vamos a hacer eso en relación a los sufrimientos delictivos impuestos a los yanomamis. Hay fuertes indicios de un delito de genocidio, que será investigado por la Policía Federal», indicó el ministro.

Según datos oficiales del Gobierno, 99 yanomamis de entre 1 y 4 años de edad murieron en 2022 como consecuencia de desnutrición, neumonías o diarreas vinculadas con el «avance de la minería ilegal en la región», que contamina río y destruye la selva.

El Ministerio de los Pueblos Indígenas también estima que «al menos 570» menores yanomamis murieron en los últimos años «por contaminación de mercurio, desnutrición y hambre».

Las aldeas sufren además brotes de malaria y la violencia de los mineros ilegales, que se estiman en más de 20.000 en la tierra indígena Yanomami, situada entre los estados de Amazonas y Roraima, con una extensión de cerca de 10 millones de hectáreas.

Ante este escenario, el Gobierno brasileño declaró la noche del viernes el estado de emergencia sanitaria en la reserva Yanomami, que es la más grande de Brasil, y creó además un comité nacional de coordinación para tomar medidas de urgencia contra la crisis.

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store