Puerto Ordaz.-Juan Guaidó, en enero de este año en curso, no descartó un posible nuevo dialogo con el Gobierno. El presidente de la Asamblea Nacional de 2015, sorprendió a la gente, luego que anunció de un “Acuerdo de Salvación Nacional”, que debe surgir a través de un proceso de negociación entre las fuerzas legitimas democráticas, Gobierno y las potencias internacionales.

En un mensaje por las redes sociales, admitió que aún falta por recuperar la democracia, pero era necesario un “Acuerdo de Salvación”, pero con la comunidad internacional, “que es la que hoy puede garantizar soluciones reales a esta crisis en Venezuela”, acotó.

Los periodistas de SoyNuevaprensadigital.com, salieron a la calle para escuchar la opinión de los electores, si estaban dispuestos a votar y con los nuevos rectores del Consejo Electoral Nacional, de diez consultados, sólo uno dijo que no participaría, por los resultados de los anteriores procesos eleccionarios.

Una oportunidad

Juan Benavides, arregla zapatos. Tiene un taller a pocos metros del antiguo edificio Maxis, Alta Vista. Dice que los venezolanos quieren un cambio y está dispuesto a votar.

Vive en la vía El Pao, su familia es de ocho personas. Paga diario 1 millón de bolívares en pasaje, “500 mil bolívares para subir y 500 mil bolívares para bajar. Muchas veces llevó algo de comida, otras no hago nada”.

-Todos quiere reparar sus zapatos rotos, pero no todos tienen como. Aquellos que piden una suela sencilla son 15 dólares. El nailón, un carrete de 500 metros para coser, tiene un costo de 12 dólares y me alcanza para 12 pares de zapatos, cada costura cuesta 5 dólares.

Tiene 14 años laborando en este sitio, “si queremos un cambio, fuente de empleos y recuperar el país, es la oportunidad que todos esperábamos”, acotó.

Pedimos un cambio

Nelson Fuentes, tiene una oficina administrativa en el edificio Naraya, Alta Vista, sin embargo, vende algunas cosas en los alrededores para subsistir, “si queremos un cambio hay que votar. Confío en esa negociación, porque se está dando entre Juan Guaidó y el Gobierno”.

Además, “Guaidó, ha sido la piedra en el zapato de Nicolás Maduro”.

Creo en la democracia

Reinaldo Paudi, asistente de administración, dice que cree en la democracia “y como demócrata creo en el voto. Estoy dispuesto a participar en las venideras elecciones”.

Pasando “roncha”

Luis Rojas, trabaja de parqueadero en Alta Vista, “pido a Dios, todos los días un cambio en el país, no hay gasolina y la comida por las nubes, estamos pasando roncha. No quiero más pañitos de agua tibia, aspiro a un cambio”.

Explicó que todos los alimentos se consiguen en dólares, con un salario en bolívares,  “como parqueadero estoy en las manos de Dios. Algunas veces llegó a mi casa sin nada, como otras veces consigo para comprar algo, por lo menos un kilo de pasta, o harina, voy a votar”.

No es confiable

Martín Díaz, pintaba parte del negocio en donde fue empleado, dijo que no tenía intenciones de votar, mucho menos con un Gobierno que siempre se sale con la suya, “no es confiable, ni un nuevo dialogo, tampoco los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral”.

Para él, todo aquel que llegue al poder, será igual, “es difícil en estos momentos hallar un líder que pueda convencer a la población”.

Por una salida sin violencia

Jean Carlos Yépez, trabajador de Alcasa, apuntó que no ha dejado de votar porque cree en la democracia participativa. “Mi familia, también está dispuesta a participar de concretarse unas elecciones. Ahora, si creemos que vendrá un cambio en Venezuela”.

Otra ciudadana pero cerca del Banco Provincial, dijo que de ocurrir unas elecciones en el país, ella está dispuesta a participar en el sufragio.

Confianza

Lecvy Lachea, vendedor ambulante, explicó que como venezolano votará en las venideras elecciones regionales. Con el sufragio piensa que la crisis del país tendrá solución, “debemos confiar y salir a votar, tiene que ser de manera masiva para lograr ese cambio que todos anhelamos”.

 

Se perdió la confianza

Dubraska O., psicóloga declaró que la ciudadanía perdió las esperanzas, “por la cantidad de trampas que han ocurrido en todos los procesos. Los jóvenes no confían, suponen que no llegará ese cambio, pero tenemos que esforzarnos por salir a votar, no darle oportunidad a otro que elija por nosotros”.

Patricia Fuentes, vendedora de una tienda de calzados y estudiante universitaria, manifestó que estaba dispuesta a votar y que aún, no se ha perdido todo, “llegó la hora de recuperar el país de manera democrática y sin violencia”, concluyó.

Bladimir Martínez Ladera/Wilmer Barrero
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