Madrid, España.  El inglés Lewis Hamilton (Mercedes), ausente por positivo de covid-19 el pasado domingo y que ya había asegurado el título hace tres, será coronado, por séptima vez, campeón del mundo de Fórmula Uno este fin de semana en Abu Dabi. Sede de la última carrera del Mundial de la pandemia, que decidirá el subcampeonato de pilotos y el tercer puesto de constructores.

Hamilton, de 35 años, que había igualado el récord histórico de siete títulos del alemán Michael Schumacher en Turquía, elevó a 98 y a 95 sus otras dos grandes plusmarcas en F1 -las de ‘poles’ y triunfos, respectivamente- en la primera de las dos carreras disputadas en Baréin. Pero se perdió, por positivo en coronavirus, la del pasado domingo, de nuevo en Sakhir. Donde hizo historia Sergio Pérez (Racing Point), al convertirse, cincuenta años después de que lo hiciera por última vez Pedro Rodríguez, en el segundo mexicano en ganar en la categoría reina del automovilismo.

La baja del astro inglés propició algo parecido al nacimiento de una nueva estrella: su compatriota George Russell, de 22 años -los últimos dos pilotos de Williams-, que lo sustituyó al mando del dominante Mercedes. Escudería que completó en 2020 su séptimo año seguido de dominio absoluto en la F1.

Russell marcó el mejor tiempo en los entrenamientos del viernes, se quedó a sólo 26 milésimas (nada) de la ‘pole’ del otro Mercedes, el de Valtteri Bottas, el sábado; y le sacó los colores al finlandés en una carrera en la que llegó a ser virtual ganador. Antes de que la tan inusual como sonora pifia del equipo hegemónico de los siete últimos cursos -errores en la doble parada de ambos coches, primero; y su inesperado pinchazo, después-, dejara al británico en novena posición, un puesto por detrás del nórdico.

‘Checo’, cuarto en el Mundial y que, de forma inverosímil, salvo anuncio de última hora de Red Bull, no seguirá en 2021 en la F1, protagonizó la gesta de un día histórico para México. Envuelto en un accidente en la primera vuelta, remontó en las siguientes 86 hasta subirse, por primera vez, a lo alto del podio. Desde donde festejó, entre lágrimas, la tercera victoria de su país en la categoría reina, después de las que había logrado Rodríguez en el Gran Premio de Bélgica de 1970 y en el de Suráfrica de tres años antes.

El podio lo rozó el español Carlos Sainz, que disputará en Yas Marina -una pista de 5.554 metros, a la que el domingo se darán 55 vueltas para completar un recorrido de 305 kilómetros- su última carrera con McLaren; y que aceptó a regañadientes un cuarto puesto con el que firmó su segundo mejor resultado de un año en el que fue segundo en Monza (Italia), el templo de la velocidad.

El talentoso piloto madrileño es séptimo en el certamen, a un sólo punto del monegasco Charles Leclerc, que en 2021 será su compañero en Ferrari; por lo que tiene a su alcance repetir la más que meritoria sexta plaza con la que cerró 2019.

En Abu Dabi Bottas intentará asegurar el subcampeonato, que sólo le podría arrebatar, si remonta 16 puntos, el holandés Max Verstappen (Red Bull), principal damnificado el pasado domingo en el accidente que también afectó a ‘Checo’ y que provocó, al pasarse de frenada en la cuarta curva, Leclerc.

Red Bull tiene asegurada la segunda plaza en el Mundial de constructores, en la que queda por decidir la tercera; que ocupa Racing Point (194 puntos), pero a la que optan McLaren (184) y Renault (172). La diferencia entre acabar tercero o ser quinto la marcan, también, unos cuantos millones de dólares. Y la que ya no podrá mejorar -salvo auténtico milagro- el sexto puesto final es Ferrari. La escudería más laureada de la historia. Deseosa que acabe cuanto antes un año para el olvido.

Este viernes arrancaron los entrenamientos libres del decimoséptimo y último Gran Premio del año. En el que se rodará, sobre el suave asfalto de Yas Marina con la gama de neumáticos más blanda: se montarán los compuestos C3 (duros; reconocibles por la raya blanca), C4 (medios, raya amarilla) y C5 (blandos, roja).

Los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la calificación. Que ordenará la parrilla de salidas de la última carrera del año, en la capital de los Emiratos Árabes Unidos.

En la que, en espera de anuncios, habrá despedidas. Sebastian Vettel -cuádruple campeón mundial, con Red Bull (2010-13), pero decimotercero, con 33 puntos, en un curso para el olvido- deja la ‘Scuderia’ y sustituirá en un equipo que se denominará Aston Martin a ‘Checo’, nacido hace 30 años en Guadalajara. Que lo mínimo que puede esperar es que le organice una fiesta por todo lo alto Racing Point, anterior Force India: la escudería en la que se fajó con maestría durante las siete últimas de sus diez temporadas.

El australiano Daniel Ricciardo -quinto en el Mundial, a 13 puntos del mexicano- dejará Renault para ocupar el asiento que dejará libre en McLaren Sainz. Y no seguirá ninguno de los dos Haas: ni el danés Kevin Magnussen, ni el galo Romain Grosjean; que volvió a nacer hace dos domingos en un escalofriante accidente en el que tardó 27 segundos en salir de un cockpit envuelto en llamas.

El galo, de hecho, ya se despidió de su equipo el domingo, antes de regresar a Suiza para recuperarse de sus quemaduras en las manos. Con Haas debutarán el año próximo el ruso Nikita Mazepin y el alemán Mick Schumacher -el hijo del ‘Kaiser’-, que acaba de ganar el campeonato de la F2 y que rodará este viernes en el primer libre y el martes en el test de post-temporada de Yas Marina.

En el que también estará presente el español Fernando Alonso, que regresa el año que viene a la F1 con la escudería con la que festejó sus dos títulos. El doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006) ‘reemplazará’ a Ricciardo en Renault, donde será compañero en 2021 del francés Esteban Ocon, segundo el pasado domingo en Baréin.

EFE noticias

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