El caso que hace décadas paralizó al mundo del entretenimiento y la crónica social vuelve a ser noticia. Los hermanos Kyle y Erick Menéndez, condenados a cadena perpetua por el brutal asesinato de sus padres en 1989, podrían ver reducida su condena gracias a una sorprendente solicitud de la Fiscalía de Los Ángeles.
«Después de una revisión muy cuidadosa de todos los argumentos presentados por personas de ambos lados de esta ecuación, llegué a un punto en el que creo que, según la ley, una nueva sentencia es apropiada y voy a recomendar eso a un tribunal mañana», dijo el fiscal George Gascón.
Esta decisión se basa en varios factores, entre ellos, nuevas evidencias, buena conducta en prisión y cambios en la legislación. Gascón alegó que los hermanos deberían ser «elegibles para libertad condicional de inmediato».
Aunque el fiscal anunció que haría su recomendación este viernes, hasta ahora no se ha determinado fecha para una audiencia sobre este asunto.
La decisión final recaerá en un juez, quien deberá evaluar todas las pruebas y argumentos presentados por ambas partes.
La reevaluación de este caso se produce más de 35 años después que se registrara la muerte de José y Kitty Menéndez en su casa de Beverly Hills. Sus hijos, Lyle y Erik, que tenían 21 y 18 años en ese momento, fueron arrestados menos de un año después, en 1990, y acusados de homicidio en primer grado.
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