El Ministerio de Transporte de Indonesia pondrá en marcha una investigación sobre la aerolínea Batik Air después del incidente en que los dos pilotos a bordo de uno de sus vuelos nacionales se quedaran dormidos a la vez en pleno vuelo a finales del pasado enero.
En un comunicado recogido por la agencia de noticias estatal Antara, la directora general de Ministerio de Transporte, Kristi Endah Murni, afirmó que su departamento llevará a cabo una investigación y «revisará las operaciones nocturnas de vuelo en Indonesia sobre la gestión de riesgo de fatiga de Batik Air y otros operadores de vuelo».
Murni recalcó que las aerolíneas tienen que prestar atención al tiempo de descanso de sus tripulantes para no disminuir su estado de alerta y explicó que la tripulación del vuelo BTK6723 en que ocurrieron los hechos el pasado 25 de enero no podrá volar mientras se investiga el incidente.
«Cualquier sanción será impuesta de acuerdo con el informe realizado por el equipo investigador», recalcó.
El incidente ocurrió el pasado 25 de enero en un vuelo de Kendari, al este de Indonesia, a Yakarta, la capital, sin que ni los 153 pasajeros ni los cuatro auxiliares de vuelo que iban a bordo del Airbus 320 de la aerolínea Batik Air sufrieran ningún tipo de daño durante el trayecto de dos horas y 35 minutos.
Según el informe del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte de Indonesia, media hora después del despegue, el capitán pidió al copiloto permiso para «descansar» y se durmió durante 45 minutos. Ambos mantuvieron una breve conversación y, tras consultarlo de nuevo con su segundo, el capitán volvió a dormirse.
Durante los siguientes minutos, el copiloto mantuvo varias veces contacto con el centro de control en tierra para solicitar permisos de cambios de rumbo por el mal tiempo, pero las comunicaciones quedaron interrumpidas minutos después, cuando también se quedó dormido.
Cuando habían pasado 28 minutos desde la última comunicación registrada, el capitán se despertó, se dio cuenta de que el avión mantenía un rumbo erróneo y despertó a su segundo en cuanto vio que él también se había quedado dormido.
A continuación, respondió a las llamadas que le habían llegado en ese tiempo, tanto desde los centros de control en tierra como de otro piloto que volaba en otro avión y alegó problemas con el sistema de comunicación por radio para justificar la ausencia de respuestas.
Tras corregir su rumbo, el aparato aterrizó sin ningún incidente en el aeropuerto de Yakarta.
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