Sao Paulo, Brasil. La esperanza de vida al nacer en Brasil alcanzó los 76,3 años en 2018, tres meses y cuatro días más que la de 2017, que se situó en los 76 años, con lo que el país mantuvo su trayectoria ascendiente desde 1940, informó este jueves el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Por sexos, los datos de la entidad pública brasileña revelaron que la esperanza de vida es en general mayor entre las mujeres. En este grupo, la expectativa de vida aumentó de 79,6 a 79,9 años, mientras que, entre los hombres, se elevó de 72,5 años en 2017 a 72,8 en 2018.
El Instituto apuntó también que en todas las franjas de edad se repite el patrón de una mayor longevidad femenina.
Así, en 2018, un hombre de 20 años tenía 4,5 veces más posibilidades de no cumplir los 25 años que la mujer.
Un fenómeno que «puede ser explicado por la mayor incidencia de óbitos por causas externas o no naturales, que afectan con mayor intensidad a la población masculina», según el informe del IBGE.
La mortalidad infantil igualmente descendió en el país suramericano, al registrar una tasa de 12,4 óbitos por mil nacimientos en 2018 frente a los 12,8 por mil registrados en 2017.
Los datos del IBGE mostraron contrastes en la longevidad de los brasileños en los diferentes estados del país. El que alcanzó una mayor esperanza de vida fue el sureño estado de Santa Catarina, con 79,7 años, en tanto que el empobrecido Maranhao, en el nordeste brasileño, registró la menor expectativa, con un promedio de 71,1 años.
En la comparación nacional, las estadísticas muestran que la población en todos los estados del nordeste y norte de Brasil, los más pobres, vive menos que la media del país, mientras que la de todos los estados del sur y sudeste, los más desarrollados, tienen una esperanza de vida superior.
EFE
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