Jerusalén.- El primer ministro en funciones de Israel, Yair Lapid, ordenó este martes que se refuerce la presencia policial en localidades con mayoría o parte de ciudadanía árabe-israelí, tras una serie de asesinatos que ilustran la creciente violencia en este sector de la población.

«Los actos de violencia y los asesinatos están perjudicando la sensación de seguridad de los ciudadanos y sus rutinas diarias», indicó Lapid tras reunirse con mandos policiales y con el ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, según un comunicado de su oficina.

Lapid «ordenó que se incrementara la presencia policial en las ciudades mixtas, especialmente en Lod, para evitar actos de venganza», añadió en la nota.

En los últimos años, la violencia se ha concentrado en gran medida en ciudades mixtas de Israel, que albergan tanto población judía como árabe. El incremento de la delincuencia se debe en parte al aumento de presencia de grupos de crimen organizado entre la sociedad árabe, formada por palestinos con ciudadanía israelí y que compone en torno al 20 % de población de Israel.

Según la ONG Abraham Initiatives, que aboga por la seguridad de la comunidad árabe, al menos 75 árabes han muerto en crímenes violentos en Israel este 2022, 71 de los cuales eran ciudadanos israelíes.

El lunes, una mujer de 34 años y una de sus hijas gemelas de 14 años fueron asesinadas a tiros cerca de una estación policial en el centro de Lod, una ciudad mixta del centro de Israel. La gemela superviviente resultó gravemente herida.

El comisionado nacional de la Policía, Yakov Shabtai, dijo en un comunicado que estos asesinatos son «la máxima prioridad para la Policía de Israel», y que se establecerá un cuartel en Lod que constará de unos trescientos agentes.

Sin embargo, el alcalde de Lod, Yair Revivo, denunció ante la prensa local lo que considera una negligencia por parte del Gobierno israelí.

«Sigue habiendo una ola de violencia en este país, especialmente en la comunidad árabe, y siento decirlo, pero el país no despierta», dijo Revivo al digital israelí Ynet.

«Si este número de asesinatos se produjera en la comunidad judía, el país se paralizaría», aseguró, al considerar que la ola de crímenes en estas comunidades es «una violación de la seguridad de todos los residentes del país, judíos y árabes por igual».

En la ciudad mixta de Um al Fahem, en el norte de Israel, hombres armados asesinaron el lunes al periodista local árabe-israelí Nidal Agbaria, quien informaba sobre la criminalidad en la zona.

A su vez, en Ramla (centro), un hombre fue asesinado a tiros el sábado, después de que otro hombre resultara asesinado un día antes en Lod.

Desde hace años, la sociedad árabe-israelí denuncia una desatención estructural por parte de Israel, a lo que ha atribuido el aumento de la criminalidad en sus comunidades.

 

EFE

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