El maltrato que padece una jirafa llamada Benito en un parque público de Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, ha despertado indignación entre activistas a favor de los animales, quienes acusan a las autoridades de propiciar su «lenta muerte».
Una docena de activistas han pintado un mural en la frontera entre Ciudad Juárez y la urbe estadounidense de El Paso, Texas, para manifestarse contra el maltrato animal y lo que catalogan como el lento sacrificio de Benito a manos de los políticos en el poder.
Apenas el 1 de junio del año pasado, los ciudadanos se conmocionaron por la muerte de la jirafa Modesto, que vivió durante 20 años en el Parque Central de Ciudad Juárez, en donde era una de las atracciones del lugar, administrado por el Gobierno estatal de Chihuahua.
Ante el luto, el 4 de mayo pasado, el Gobierno de Chihuahua presentó a la nueva jirafa, bautizada como Benito, de 4,3 metros de altura y 3 años de edad, procedente del Zoológico Fiesta Safari de Culiacán, Sinaloa.
Pero los activistas denunciaron a EFE que las condiciones en las que está Benito no son las indicadas y que solo provocarán su muerte temprana.
“Quieren que a Benito le pase lo mismo que le pasó a Modesto, o sea, que se muera, que siga días y años sufriendo la pobre jirafa y ahí lo van a enterrar al pobre animalito, y no se vale”, indicó Perla Cristina Vázquez, del grupo rescatista Hogar de Perritas de Amor.
Las activistas afirmaron que el corral es demasiado pequeño, que no tiene donde protegerse del sol o la lluvia, que está muy mal alimentado porque la comida es poca y permiten que los visitantes le den comida.
Además, el clima de la ciudad es demasiado extremo para una jirafa, pues en el verano llega a ser de hasta 45 grados centígrados y en el invierno puede caer hasta los 10 grados bajo cero.
Tres grupos de animalistas han clausurado de forma simbólica el parque central en donde está la jirafa y han hecho protestas contra el “sacrificio» del animal.
“Es una cosa aberrante, muy triste, lamentable, me da tristeza que la ciudadanía apoye a los políticos, porque (esto es) sacrificar a una jirafa», reprochó Vázquez.
Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), estos animales afrontan «una extinción silenciosa” porque su población se redujo un 40 % en los últimos 30 años.
“Los animales son universales, las jirafas debemos protegerlas mundialmente, tanto Estados Unidos como México, y queremos que la jirafa de aquí viva como están viviendo las jirafas en Estados Unidos, ya hay un santuario que recibe a la jirafa en Dallas», indicó Susana Rentería Ochoa, de la organización Somos Su Voz.
“No podemos tener un animal como atracción, no son atracciones”, agregó la activista.
El mural de denuncia puede verse desde El Paso y desde lo alto del Puente Internacional Paso del Norte.
“Somos su voz, salvemos a Benito. Parque Central no es un Zoo”, dice la ilustración.
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