Ciudad Guayana.- Bajo el expediente número MP-110791-2022 de la Fiscalía Cuarta contra la corrupción quedó asentada la denuncia que personalmente presentó un grupo de jubilados y pensionados del estado Bolívar, por presuntos hechos de corrupción en la gerencia del Hospital de Trabajadores de Guayana, ubicado en la CVG, antiguo edificio Maxy’s.
Las acusaciones que presentaron los pensionados y jubilados del estado Bolívar salpican directamente la gestión del doctor Marcelo Storino, El gerente general de los Servicios Médicos de la CVG y sus empresas tuteladas, y a Pedro Maldonado, presidente de la Corporación Venezolana de Guayana.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Jubilados y Pensionados del estado Bolívar (Fedajupebol), Hugo Medina, quien lidera la protesta frente a la sede de este hospital indicó en entrevista con Nueva Prensa de Guayana, que la pruebas de estas acusaciones, fueron presentadas ante el Ministerio Público.
«Se está ventilando lo que nosotros presumimos: que hay un acto de corrupción en la administración. Ellos vivieron los malos tratos que acostumbra a brindar ese hospital, pero más allá de eso hay unos soportes con lo que se demuestra el hecho», aseveró el presidente de Fedajupebol.
Medina comentó que la sede de este centro de salud fue creado para gestiones administrativas y no para atender la salud de más de 20 mil familias que contempla la nómina de la CVG, más sus jubilados y pensionados.
«Nosotros valientemente estamos haciendo la denuncia formal sobre los hechos de corrupción que, nosotros presumimos, se están cometiendo en este edificio. Aquí se está invirtiendo dinero en donde no se tiene que invertir», zanjó Hugo Medina.
Más ladrillos, menos medicinas
La fachada del edificio que hoy opera como el centro de atención médica para los trabajadores de las empresas básicas de Guayana está siendo remodelada. Los ladrillos que arropan la estructura, aún en buenas condiciones, están siendo removidos para ser sustituidos.
Medina condenó que la inversión usada para ese trabajo infraestructural, pudo ser destinada para el equipamiento y todos los insumos necesarios para ofrecer un servicio de salud de calidad.
«El doctor Storino en vez de repotenciar este dispensario, hoy se da el tupé de tumbar los ladrillos de este edificio. ¿Qué es lo que cura la salud? ¿Acaso esa cerámica que están trayendo de Rusia nos va curar? ¿Esa inversión no se debió hacer en equipos de tomografía, en equipos de laboratorio, en equipos de resonancia o en una ambulancia, pues la que está aquí no funciona?», se cuestionó.
El hospital cuenta con, según datos de la CVG, apenas, 83 camas en diferentes áreas para atender los pacientes que requieran hospitalización.
«Cómo es que no hay ni una silla para todos estos trabajadores que están desde la madrugada rogando que ‘peguen el bingo’ para que los atiendan», aseveró Hugo Medina frente a las personas que esperaban de pie su oportunidad para entrar en el edificio que, anteriormente funcionaba como sede administrativa de la CVG.
«No tienen la suficiente capacidad para entender lo que es un servicio social. Debe estar alguien que les chequee la tensión, no esperar que caigan», expresó.
Falta de citas e insumos médicos
El colapso de las citas es un tema que denuncian los trabajadores, familiares y jubilados de la CVG que deben acudir al lugar para ser atendidos. Además, dicen que los medicamentos no son los necesarios para enfrentar las enfermedades crónicas que muchos padecen por estar expuestos a condiciones de alto riesgo en las empresas básicas del Estado.
Tal es el caso de un trabajador que le entregó más de 15 años de su vida a las celdas de reducción de Venalum y que hoy tiene alquitrán y carbón en los pulmones. Su tratamiento de orden respiratorio no existe en las farmacias del Hospital, calificado por el propio presidente de la CVG, Pedro Maldonado, como pionero en el sistema de salud de las empresas básicas.
Según los trabajadores, para poder obtener una consulta con un especialista se debe esperar de 3 a 4 meses.
Medina remarcó que ese centro hospitalario no estaba en la capacidad para atender los 11.800 jubilados del estado Bolívar, ni las más de 20.000 familias que son partes del holding CVG.
Muertes por falta de atención
Luisa Figuera es una trabajadora activa «no requerida» de la empresa Venalum, según figura en su estatus actual, específicamente en el área de Aduanas.
«Viví una experiencia traumática. Traje a mi padre para que lo atendieran en ese centro de la CVG. Estuvimos desde la madrugada esperando con mi padre, un señor de 79 años quejándose del dolor en la espalda, para que lo atendieran. Fueron más de 10 horas esperando para que lo atendieran y nada, al final mi padre me rogó que lo sacara de ese lugar», manifestó.
Figuera contó que, por la condición de su padre, exigió la atención por urgencia; no obstante, la respuesta fue inexistente. «Hablé con doctores, con lo representantes de mi empresa en el lugar, pero nunca atendieron a mi papá. Estábamos en emergencia, pero no pasó nada», lamentó.
Esta trabajadora se vio obligada a pedir ayuda por medios externos para enterarse que su padre, aquel hombre que rogaba ser atendido en las instalaciones del Hospital Clínico de Trabajadores de Guayana, tenía cáncer en etapa terminal.
La misma suerte que corrió el padre de Luisa, la tuvieron los once pensionados que fallecieron en el último mes en las instalaciones del Hospital por, según Hugo Medina, la precariedad y la desatención del servicio de salud.
El presidente de Fedajupebol recordó que siguen recogiendo firmas que exigen la restitución del servicio de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM). El próximo encuentro será el miércoles en el antiguo edificio Maxy´s.
Brayan Silva
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