Tokio, Japón. Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han sido un punto y final olímpico para muchas estrellas del deporte mundial, que en algunos casos alargaron sus carreras para despedirse en la cita y en otros se vieron beneficiados por su aplazamiento por la pandemia para recuperarse de sus lesiones.
Varias despedidas de peso se produjeron en el Saitama Super Arena de baloncesto, donde dijeron adiós a sus selecciones los españoles Pau y Marc Gasol y el argentino Luis Scola el mismo día. Tras ganar su quinto oro lo hizo la estadounidense Sue Bird, a la que podría acompañar Diana Taurasi. Tampoco quiso anunciar la española Laia Palau que deja la selección, aunque dio a entender que será así.
En la pista de atletismo se despidió la colombiana Caterine Ibargüen y en el centro de gimnasia la uzbeka Oksana Chusovitina en sus octavos Juegos, los mismos que el español Jesús García Bragado, que lo hizo por las calles de Sapporo corriendo los 50 kilómetros marcha.
Estos son algunas de las despedidas más notables de Tokio 2020:
– Pau y Marc Gasol (Baloncesto, España)
La pareja de hermanos más exitosa del baloncesto español se despidió de la selección nacional tras la derrota en cuartos de final contra Estados Unidos (81-95). «Es el momento de bajarnos de esta bonita atracción», dijo Marc Gasol.
Sus motivos fueron bien diferentes. En el caso de Pau, Tokio 2020 fue la luz al final de un túnel de lesiones, el objetivo para recuperarse durante dos años fuera de la competición y él mismo había confirmado que iba a ser su última aventura con sus compañeros de ‘la Familia’, con la que disputó sus quintos Juegos Olímpicos. Podría ser también su último partido de baloncesto profesional, una decisión que aplazó para meditarla junto a su familia.
Marc Gasol, cinco años más joven, tiene todavía alguna temporada por delante al máximo nivel y la próxima campaña volverá a defender los intereses de Los Ángeles Lakers en la NBA, pero justificó su renuncia a la selección en dar el paso a una nueva generación.
– Sue Bird (Baloncesto, Estados Unidos)
Otra jugadora de récord: cinco Juegos Olímpicos, cinco oros en su historial, todos ellos consecutivos y con la compañía de Diana Taurasi, otra exterior de récord en el combinado de las barras y las estrellas, imbatido desde Barcelona 1992.
La directora de juego dio la noticia tras la victoria del debut contra Nigeria. Al ser preguntada por unos futuros Juegos, Bird fue tajante. «No, no lo haré». Su entrenadora, Dawn Staley, consideró que es «como el vino, mejora con el tiempo».
También dejó entrever su final con la selección su compañera Taurasi, de 39 años, que no llegó a afirmarlo abiertamente pero ratificó que baraja la retirada de la selección tras la final contra Japón. «A lo mejor es la última vez que juego con Estados Unidos», dijo, con el oro al cuello, en la zona mixta del Saitama Super Arena.
– Laia Palau (Baloncesto, España)
La gran capitana de la selección española, con más de 300 partidos como internacional, se convirtió en Tokio 2020 en la jugadora de baloncesto más longeva en disputar un torneo olímpico, con 41 años y 10 meses. «La vida me da regalos», ha repetido en varias ocasiones durante un verano plagado de reconocimientos, pero amargo en lo deportivo.
Derrotada la selección española, de nuevo en cuartos de final como en el Eurobasket, esta vez a manos de Francia (64-67), todos en su entorno sabían que había sido el último partido de Laia, aunque ella decidió dejar el anuncio para más adelante.
«Yo sé lo que va a pasar y lo sabemos todos pero no quiero que se hable de esto hoy, anunciaré lo que tengo que anunciar en otro momento porque hoy me va a explotar la cabeza de las emociones, hoy es un día para estar con mi gente, vamos a pasar esto más allá de si sigo jugando o no sigo jugando, y a pasarlo juntas», declaró.
– Raúl Entrerríos (Balonmano, España)
El capitán de la selección española de balonmano cerró el ciclo retirándose con una medalla. El bronce ganado ante Egipto, que el asturiano suma al que ya obtuvo en Pekín 2008, es el broche final a la carrera deportiva del central español, que llegó a pensar que se le había escapado el tren cuando no lograron clasificarse a Río 2016, pero con sus compañeros convirtió ese sinsabor en un estímulo.
Retrasando su retirada por un año para participar en Tokio 2020, el capitán y jugador con más partidos en la historia de la selección española (294) consiguió despedirse en el podio. «Creo que es difícil imaginar un final mejor», dijo con la voz entrecortada tras la ceremonia del podio.
– Jesús García Bragado (Marcha, España)
El marchador madrileño finalizó en Tokio 2020 su carrera deportiva con el récord mundial de participaciones olímpicas en atletismo con ocho juegos, desde Barcelona 1992 siempre en los 50 kilómetros marcha.
En la prueba en Sapporo, en la que 25 de los 59 participantes aún no habían nacido cuando él participaba en sus primeros Juegos en Barcelona, el «hombre de mármol» acabó su carrera a los 51 años con un puesto 35 y una marca de 4h10:13. Tras la carrera fue autocrítico. «Me hubiera gustado hacerlo mejor, pero hay que aceptar la edad y ahora comienza una nueva vida», se despidió.
– Luis Scola (Baloncesto, Argentina)
En el mismo día en que los hermanos Gasol anunciaban su último duelo en la selección española, unas horas después acababa la carrera con la selección argentina de otro de los grandes jugadores de las últimas dos décadas del baloncesto mundial: el argentino Luis Scola.
En lo que era un final cantado tras Tokio 2020, el seleccionador argentino Sergio Hernández, viendo que el duelo de cuartos contra Australia estaba ya perdido (cayeron por 97-50) decidió sacarle en el último minuto del partido, algo con lo que el propio Scola no contaba.
El partido se paralizó, y compañeros, rivales, árbitros y voluntarios se unieron en un sentido aplauso que amenazó al que fuera campeón olímpico en Atenas 2004 con la ‘Generación Dorada’. «Me agarró con la guardia baja, pensé que iba a acabar jugando», dijo el argentino.
– Oksana Chusovitina (Gimnasia, Uzbekistán)
Ocho Juegos Olímpicos contemplan a la gimnasta uzbeka, que como García Bragado disputó sus primeros Juegos en Barcelona 1992, con el Equipo Unificado, donde ganó el oro por equipos. Posteriormente, compitió con Uzbekistán en Atlanta 1996, Sídney 2000 y Atenas 2004, como alemana, país al que se trasladó por motivos familiares, en Pekín 2008 y Londres 2012 y de nuevo como uzbeka en Río 2016 y Tokio 2020.
En Tokio 2020 compitió con un significativo número 8 en el maillot, logró 14.500 y 13.833 puntos en sus dos saltos, insuficiente para ser una de las ocho finalistas, y fue despedida por una ovación unánime de jueces, rivales, entrenadores, voluntarios y periodistas, a los que contestó formando un corazón con sus manos.
– Caterine Ibargüen (Atletismo, Colombia)
La campeona olímpica de triple salto en los Juegos de Río 2016 y plata en Londres 2012 también decidió dar un paso a un lado de los Juegos Olímpicos en Tokio 2020, donde participó con 37 años y fue décima con una mejor marca de 14,25, muy lejos de los 15,67 metros que saltó la venezolana Yulimar Rojas y que le valió el récord mundial.
Ibargüen fue la abanderada colombiana en la ceremonia de apertura y se mostró «feliz y orgullosa» por haber llegado hasta aquí. «Soy una privilegiada por poder disfrutar de unos Juegos más. Tocó adaptarnos a todas las medidas, pero igual lo disfrutamos», dijo tras participar en sus últimos Juegos, aunque seguirá compitiendo en el atletismo profesional, según matizaron sus representantes.
EFE noticias
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