En la pelea estelar de la cartelera femenina celebrada en el Madison Square Garden, Katie Taylor (25–1, 6 KO) volvió a imponerse a Amanda Serrano (47–4–1, 31 KO), esta vez por decisión mayoritaria, para conservar su campeonato mundial indiscutido del peso superligero, en lo que marcó el cierre oficial de su trilogía.
Las tarjetas fueron 97–93, 97–93 y 95–95, reflejando un combate táctico, cerrado y con menor explosividad que los dos enfrentamientos previos.
Taylor apostó al desplazamiento lateral, el jab controlado y la precisión en las combinaciones cortas, mientras Serrano buscó imponer ritmo desde el segundo asalto, con presión constante y trabajo de ganchos al cuerpo.
Ambas conectaron 70 golpes en total, pero según CompuBox, la irlandesa logró un 41.6 % de efectividad en golpes de poder frente al 29.7 % de la boricua, lo que terminó inclinando el fallo de los jueces.
Serrano lanzó más del doble de golpes (382 contra 231), pero el volumen no se tradujo en ventaja decisiva. Taylor se mantuvo fiel a su plan de pelea, sacando rédito de los momentos de estudio, aprovechando las brechas defensivas de su rival y conectando en zonas claras sin quedar expuesta a réplicas contundentes.
La pelea, pactada a diez asaltos de dos minutos, transcurrió en un marco de respeto mutuo, concentración y ajustes técnicos, en contraste con la intensidad vista en 2022 y 2024.
Con este resultado, Taylor se consolida como campeona indiscutida de las 140 libras, manteniendo los cinturones de la WBA y los demás organismos (WBC, IBF, WBO).
Es su tercera victoria consecutiva sobre Serrano, a quien había derrotado previamente por decisión dividida en la primera pelea (2022) y decisión unánime en la segunda (2024). La trilogía se posiciona entre las más importantes del boxeo femenino moderno, tanto por la calidad deportiva como por el impacto cultural y mediático que generó.
Se registró la presencia de más de 19 000 espectadores, en lo que significó la primera velada compuesta exclusivamente por combates femeninos en la historia del Madison Square Garden.
Al concluir el combate, Taylor se mostró satisfecha: “Victoria increíble. Gracias, Jesús. Hoy necesitaba mucha fuerza. Muchas personas oraron por mí y eso te da esa fortaleza para darlo todo aquí. También quiero agradecerle a Amanda Serrano. Qué peleadora tan increíble. Hicimos historia juntas tres veces y es un privilegio compartir el ring con ella».
Serrano, aunque visiblemente emocionada, valoró el camino recorrido: “Intenté algo diferente. Se trataba de trabajar con inteligencia, no con más esfuerzo. Traté de mantener la distancia y no entrar a intercambiar golpes con ella, porque eso no funcionó en las dos primeras peleas. Así que nos mantuvimos con los golpes largos y el uno-dos. Supongo que no fue suficiente», comentó.
Con esta victoria, Katie Taylor se mantiene como referencia indiscutible del boxeo femenino internacional. Amanda Serrano, pese a la derrota, conserva su rol protagónico en el circuito y continúa siendo la única mujer en la historia en conquistar títulos mundiales en siete divisiones.
La trilogía entre ambas quedará en la memoria del público como una muestra de excelencia deportiva, profesionalismo y evolución. Y aunque el desenlace favoreció nuevamente a Taylor, el legado construido es compartido: dos generaciones, dos estilos y un solo mensaje: el boxeo femenino ya no tiene techo.
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