Madrid (EFE).- Para poner fin al régimen de Daniel Ortega, la oposición de Nicaragua está buscando a su Juan Guaidó, líder opositor de Venezuela reconocido como presidente encargado por más de 50 países, afirmó este lunes la presidenta del Partido nicaragüense Ciudadanos por la Libertad, Kitty Monterrey.
En declaraciones a Efe, después de participar en un evento en la Casa América en Madrid, Monterrey señaló que la oposición nicaragüense debe mantenerse unida, buscar liderazgos ciudadanos y evitar a los «caudillos» de los partidos tradicionales para vencer al actual gobierno en las urnas.
«Sí es posible (hallar a un Guaidó). Esta insurrección cívica del 18 de abril (del 2018), así le llamamos nosotros, ha producido una enorme cantidad de líderes jóvenes emergentes que han estado en la cárcel, que han sufrido lo indecible y que han sido un ejemplo para el pueblo de Nicaragua», aseguró.
Monterrey, una de las principales figuras de la oposición nicaragüense, reconoció que no hay alternativa legal más allá de las elecciones, pues si Ortega renunciara, el poder recaería en la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa del mandatario.
Aun así, consideró que sí es factible vencer al régimen en una votación si se involucra a la comunidad internacional, en concreto a la Organización de Estados Americanos (OEA), que realizará su asamblea general en Colombia de este miércoles al viernes.
«Existe un acuerdo vigente con la OEA de una reforma electoral, si la presión se mantiene y esa reforma se da y tenemos elecciones observadas, se puede ir a un proceso libre y transparente. Lo que tenemos que presionar es que sean anticipadas porque esperar hasta el 2021 es mucho tiempo para un país tan pequeño y con una economía tan frágil», dijo.
La opositora aplaudió las nuevas sanciones que Estados Unidos y Canadá impusieron el viernes pasado a más de una decena de funcionarios nicaragüenses, incluyendo a Murillo y a familiares de la pareja presidencial, a quienes congelaron las cuentas y prohibieron realizar transacciones comerciales.
Admitió que estas medidas no «son suficientes, pero son importantes» porque presionan al círculo cercano del presidente Ortega para que convoque a elecciones anticipadas y evite mayor represión en las calles.
Expresó que ella acepta la intervención internacional a través de «presión moral» y sanciones porque los «ojos del mundo son algo sumamente importante» para que la crisis nicaragüense no escale al nivel de la venezolana.
«A veces nos vemos un poquito disminuidos con relación al caso de Venezuela, que es mucho más dramático, pero no por eso deja de se igual de urgente el de Nicaragua. Somos un país pequeño, pero que con mucha rapidez podemos alcanzar la misma situación de Venezuela», explicó.
Sobre la excarcelación de más de 600 personas que participaron en las marchas de la oposición, Monterrey argumentó que se trata de una «liberación a medias» porque siguen bajo vigilancia y aún no existen fallos judiciales que confirmen su libertad legal.
Denunció que esta es una manera en la que el gobierno de Ortega intenta amedrentar a los opositores para mantener el control de las calles y reducir la tensión internacional.
La dirigente opositora nicaragüense participó en el panel «Casos relevantes de América Latina» durante el Foro Atlántico: Iberoamérica de cara al futuro», organizado en Madrid por la Fundación Internacional para la Libertad, que preside el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
Ahí expuso que la oposición calcula que, a más de un año del inicio de las protestas, hay 325 muertos, más de 60.000 exiliados y 85 presos políticos que continúan en la cárcel.
Después de exhortar a la comunidad internacional a mantener la presión contra el régimen de Ortega, agradeció a España y Costa Rica por mostrar liderazgo en esta cuestión y acoger a los refugiados políticos.
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