La educación de calidad

39

Tras 52 años trabajo en las universidades de Puerto Ordaz, he podido comprobar que la educación de calidad no es más que un eslogan publicitario.

¿Por qué afirmo esto? Entre otras cosas, porque nuestra educación es copia, un híbrido de modelos educativos: anglosajón, norteamericano y francés. Mientras que estos fueron modificados y actualizados a los tiempos modernos, el nuestro es un modelo repetitivo, memorístico, que no enseña a los alumnos a leer, en el sentido de leer para comprender los contenidos.

El sistema sometido a una revisión en la conocida Reunión de Córdoba (Argentina), en la década de los setentas. Este sistema educativo tiene un bloque de asignaturas que no forman a los alumnos para el trabajo.

Cuando los alumnos salen a buscar trabajo los empleadores no les pregunta por geografía o historia. Las preguntas de la entrevista tienen relación con las aptitudes para el trabajo. Le preguntan por las habilidades para manejar sistema o base de datos, por qué sabe hacer en producción y control de la producción. Le preguntan por dirección y manejo de personal. Los diseños curriculares son obsoletos, los existentes no se han sometido a ajustes permanentes para actualizarlos porque son diseñados sin consultar a los expertos, a los alumnos de los dos últimos años y sin tener en cuenta las necesidades de recursos humanos de la región o ciudad.

El sistema de ingreso de alumnos y docentes es subjetivo. En los primeros no se evalúan las habilidades para optar a una carrera y la mayoría escoge una carrera porque la novia escogió para ella o los padres se las imponen. No se evalúan sus habilidades y destrezas.

Los docentes, gran parte de ellos, ingresan sin tener estudios superiores en su especialidad. Hay bachilleres dictando materias sin que hayan realizado más estudios. Por lo tanto, sus métodos serán inadecuados.

El sistema de evaluación también es empírico y subjetivo. Los alumnos, mayoritariamente tienen un promedio de calificaciones entre 10 y 12 puntos en base a 20. Se conforman con la mínima bajo el concepto de que “10 es nota y lo demás es lujo”.

El teléfono celular la mayor parte de su tiempo lo usan, no para investigar, sino chateando. Peor es la evaluación en tiempo de pandemia. No existe control profesoral de los exámenes bajo la modalidad de “educación remota”.

Finalmente, para que haya calidad en la educación se necesitan 20 doctores por cada 100 docentes y que estén dedicados a investigar y los docentes tengan trabajos de investigación publicados en revistas arbitradas. Y que sus sueldos sean dignos para no tener angustias producidas por las necesidades económicas. Y que haya total conexión intra e internet en la institución educativa.

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store