En una reciente declaración, la reconocida actriz y presentadora venezolana, Mónica Pasqualotto, alzó su voz para hacerse eco de un litigio legal en torno a la propiedad intelectual de la emblemática agrupación infantil, Nifu Nifa. Como exintegrante de este grupo, Pasqualotto asegura tener un conocimiento profundo de la historia y los orígenes de la marca.
«Como ex integrante de Nifu Nifa, conozco perfectamente su historia, quién lo fundó, quién lo creó, quién fue mi mentora, mi jefa, durante los años que pertenecí a la agrupación», afirmó Pasqualotto. La actriz destacó la importancia de la figura fundadora, Gianna Lodi, y su icónica peluca rosada, señalando que esta última era un elemento distintivo y único de la creadora.
Según Pasqualotto, una excompañera, perteneciente a una generación posterior, ha iniciado un litigio legal para apropiarse de la marca Nifu Nifa. La actriz calificó esta acción como una osadía, considerando que la demandante no posee los méritos ni la trayectoria para reclamar la propiedad intelectual de un proyecto con tanta historia y reconocimiento.
«Hicieron un pequeño documental llamado El Legado Robado y los invito a que lo vean, porque si es cierto que ya legalmente el SAPI le otorgó la marca a esta persona para que, si estás en Venezuela, y estás pensando en regalarle a tus hijos la posibilidad de tener a Nifu Nifa en tus fiestas de cumpleaños, sepas que quienes van a ir son delincuentes», expresó Pasqualotto, generando una fuerte controversia en torno al caso.
¿Qué pasa con las Nifu Nifa?
La emblemática agrupación infantil, Nifu Nifa, se encuentra en el ojo del huracán debido a un complejo litigio legal que ha puesto en entredicho la propiedad intelectual de una marca que ha marcado la infancia de varias generaciones en Venezuela.
Fundadas por Gianna Lodi, las Payasitas Nifu Nifa se convirtieron en un referente de la alegría y el entretenimiento infantil en Venezuela. La icónica peluca rosada de Lodi se convirtió en un símbolo inconfundible de la agrupación, y su legado ha trascendido generaciones.
Sin embargo, la armonía que caracterizaba a Nifu Nifa se vio perturbada por un litigio legal iniciado por una exintegrante, quien, según Pasqualotto, no contaba con la trayectoria ni los méritos suficientes para reclamar la propiedad intelectual de la marca. Esta exintegrante presentó una solicitud ante el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) para registrar la marca Nifu Nifa a su nombre.
Tras un exhaustivo análisis, el SAPI emitió una decisión que sorprendió a muchos: otorgó el registro de la marca a la exintegrante demandante. Esta resolución generó una ola de críticas y cuestionamientos, tanto por parte de los seguidores de Nifu Nifa como de expertos en propiedad intelectual.
La decisión del SAPI tiene profundas implicaciones para el futuro de Nifu Nifa. Por un lado, pone en riesgo el legado de Gianna Lodi y de todas aquellas personas que contribuyeron a construir la marca. Por otro lado, abre la puerta a la posibilidad de que cualquier persona pueda utilizar el nombre y la imagen de Nifu Nifa sin autorización, lo que podría generar confusión en el mercado y perjudicar la reputación de la marca.
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