Hasta el final de sus días Diego Verdaguer encontró en las estrofas de la canción La ladrona, el mensaje perfecto para recordarle a Amanda Miguel que fue la mujer de su vida y que la amó siempre. Unas horas antes de morir, apareció en su cuenta de Instagram una dedicatoria más que especial.
«Cuídame, quiéreme, bésame, mírame», se pueden leer las palabras que dan forma a la canción, montadas sobre el cielo de una foto en la que aparecen Amanda y Diego en una playa, muy abrigados. En el post que acompaña la instantánea se puede leer: «¡Nunca me cansaré de dedicártela! Eres y serás la ladrona que me robó el corazón»
Recordando la historia de la melodía, La Ladrona forma parte del álbum llamado Estoy vivo, que Diego Verdaguer lanzó en 1981. Grabado en Los Ángeles, California, el disco fue producido por el propio artista, con la colaboración del mexicano José Quintana, quien también trabajó con estrellas como Juan Gabriel, Marisela y Maná.
Rápidamente el corte significó una consagración para Diego, que lo llevó a ser favorito en México, América Latina, Estados Unidos e, incluso, «brincó el charco» y lo hizo celebre en España, Italia y varias naciones europeas más, además de que logró llegar a los oyentes en Japón.
La canción fue ideada por el Mexicano hasta las Pampas en nuestro país, en 1980, como le gustaba recordar al artista que también aceptó siempre que Miguel fue la mujer que logró ser la única ladrona de su corazón y por eso hasta el final estuvo en sus pensamientos.
«Es una historia de amor que nació en 1980, la compusimos en México Amanda Miguel, yo y Graciela Carballo, inspirada en nuestra historia de amor, juventud ahí con toda la fuerza. Ella es mi ladrona y yo le robé el corazón, pero ella es la que me robó el corazón a mí» . Diego Verdaguer, cantante
La historia de La ladrona continuará, ya que esta anécdota fue contada una vez más por Diego en sus redes sociales, en octubre pasado, en ese momento aprovechó para anunciar que este año saldría una nueva versión en colaboración con «una banda muy famosa en toda América».
Amanda Miguel y Diego Verdaguer… una historia de amor de 46 años
Diego Verdaguer y Amanda Miguel fueron una de las parejas más estables de la música. Su historia de amor empezó hace 46 años y de ahí nació su hija, Ana Victoria.
Hoy se cierra una de las historias de amor más sólidas del mundo del espectáculo: la de Amanda Miguel y Diego Verdaguer, quien murió a los 70 años por complicaciones del COVID-19. Su amor duró 46 años y de acuerdo con la intérprete de Castillos es porque tenían un secreto.
«Hemos crecido juntos, somos testigos de nuestros fracasos y éxitos, creo que el secreto de nuestro matrimonio se basa en las ganas que tenemos para que todo funcione. ¡Somos afortunados de habernos encontrado, Diego Verdaguer!», reveló Miguel, hace apenas una semana.
Como Cupido flechó a Diego es digno de la letra de una canción, mientras iba caminando se topó con Amanda y le coqueteó, pero ella prefirió seguir su camino. Algo muy raro en él, decidió regresar sus pasos y dar la vuelta a la manzana para ver a dónde se había ido esa mujer que ya lo había flechado.
En aquel momento Miguel tenía 18 años. La nacida en la Patagonia estudiaba, al lado de sus hermanas, en la capital del país, por lo que debía vivir en un hotel, hasta donde la encontró su futuro. Verdaguer insistió hasta que logró que le aceptara una invitación para tomar café.
El tesoro que Diego encontró en la que hoy es su viuda fue absoluto, cuando se dio cuenta de la potencia de la voz de aquella joven que le robó el corazón, pero que no quiso darle el sí demasiado pronto, menos porque se enteró que en ese momento en la vida del intérprete había otra mujer.
Para cuando se conocieron, Verdaguer ya tenía una carrera sólida en su natal Argentina y las «amigas con derechos» era algo que no faltaba en su vida, pero ganó el amor que le tuvo desde siempre a Amanda y las dejó a todas con tal de seguir a su corazón y el tiempo le demostró que no se equivocó.
La propuesta de que fueran novios formales llegó frente al río de Buenos Aires, con el primer beso incluido, luego de que durante un mes de salidas sólo se había tomado de la mano. La ternura de Diego fue lo que conquistó y mantuvo enamorada hasta el último momento a Miguel.
En su dinámica matrimonial, él le llevaba la cena a la cama porque el desayuno siempre fue asunto de los dos y en la cocina o su comedor para poder empezar el día charlando. En vida Verdaguer fue un esposo divertido, al que le gustaba pasar el tiempo con su familia y también hacer reuniones con sus amigos.
Como en toda pareja las diferencias también existieron, como cuando Amanda olió el perfume «de otra» y, aunque nunca fue un «gendarme» en su relación, ese día voló por sobre la cabeza de Diego una cacerolita de barro, que tanto le gustan a la cantante tener en su cocina.
El amor que la pareja sintió siempre rindió su fruto en una hermosa mujer; Ana Victoria Boccadoro, quien nació en 1983, y siguió los pasos de sus papás, se convirtió en cantante y hoy perdió a su papá, a quien convirtió en abuelo hace 11 semanas. Diego tuvo otra hija con una primera esposa, llamada Gimena.
Miguel puede decir que cumplió a cabalidad el ejemplo que le dieron sus padres, permaneció con el hombre que amó hasta su último día, el dolor la embarga y se queda entre aquello que ya nunca será una gira que arrancaría el 3 de febrero de 2022 en Salt Lake City, Utah, y finalizaría en Dallas, Texas, el 1 de mayo.
Agencia
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