Viena.- La OPEP+ vuelve a reunirse de forma presencial en Viena, por primera vez desde marzo de 2020, con la idea de recortar de forma significativa las cuotas de producción de petróleo para sostener un mercado tambaleante.
Los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudita, y sus diez socios, encabezados por Rusia, se reencuentran este miércoles en la sede del cartel a partir de las 14H00 (12H00 GMT) tras largos meses de videoconferencias.
La reunión presencial se terminó en el último minuto, alimentando las especulaciones sobre recortes drásticos en la producción ante el temor a una recesión económica.
Al llegar el martes a la capital austríaca, los ministros de Energía de las distintas delegaciones no quisieron comentar los rumores.
«Esperemos, no saquemos conclusiones precipitadas: hay un proceso, tenemos que escuchar el equipo técnico, mirar el mercado y tomar una decisión en función de ello», dijo el ministro emiratí, Suhail Mohammed al Mazrouei, a los periodistas en la entrada de su hotel.
«Anticiparse a una recesión» –
Para los mercados, el motivo de la reunión no genera dudas.
«Esperan una reducción importante de los objetivos de producción, superior a un millón de barriles por día», señala Craig Erlam, de la firma de análisis Oanda.
Eso sería la caída más importante desde los recortes históricos de casi 10 millones de barriles diarios decididos en la primavera boreal de 2020 ante el hundimiento de la demanda vinculada a la pandemia del covid.
Esta perspectiva ha hecho aumentar los precios del petróleo a principios de semana.
Los miembros de OPEP+ «querrían adelantarse a una eventual recesión gracias a medidas proactivas», explica Bjarne Schieldrop, del grupo Seb. «Esto les permitiría evitar una eventual acumulación de reservas y precios bajos del petróleo».
Ya en septiembre, el grupo redujo ligeramente su objetivo en 100.000 barriles y se mostró abierto a ir más allá.
Desde entonces, las dos referencias mundiales del precio del petróleo han perdido volviendo a los niveles de enero de terreno y lejos de los picos alcanzados en marzo, al comienzo de la guerra en Ucrania: 139,13 dólares para el barril de Brent y 130,50 dólares para el WTI.
– ¿Recorte fantasma? –
En realidad, la alianza no consigue volver a los niveles anteriores a la pandemia y se sitúa muy por debajo de las cuotas de producción fijadas.
“La diferencia entre la producción real y la producción prevista se ha ampliado en los últimos meses”, señala Edoardo Campanella, de UniCredit.
En agosto, la OPEP+ no llegó a su objetivo de más de 3,5 millones de barriles diarios por falta de capacidad.
En esta situación, un recorte drástico de las cuotas podría no repercutir en la realidad.
Pero, en cualquier caso, «no será bien acogida por la Casa Blanca ante la cercanía de las elecciones de medio mandato del próximo mes», advierte Tamas Varga, de PV Energy.
El presidente estadounidense, Joe Biden, batalla desde hace meses para contener la subida de precios e incluso viajó a Riad en julio en una visita muy controvertida.
En cambio, tal decisión satisfaría a Rusia y «podría ser percibida como una nueva escalada en las tensiones geopolíticas», advirtió Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote.
En este contexto, los expertos evocan una posible reducción escalonada en el tiempo, que sería mucho menos «provocadora» para Estados Unidos.
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