El pasado viernes 08 de diciembre, en la sede de Buscadores de Libros en el Centro Comercial Zulia, se realizó la presentación del libro La pecera de los bagres, la quinta novela del escritor venezolano Francisco Arévalo. 

El evento contó con la participación de La Casa de los Ustáriz, Revista Cárcava y por supuesto el escritor, poeta, periodista y promotor cultural Francisco Arévalo, además de la presencia de hábiles lectores que acompañaron al autor.

La ciudad dentro de un libro

La pecera de los bagres tiene como eje principal a Ciudad Guayana, la ciudad de nacimiento y desarrollo existencial de Arévalo. 

El autor confiesa que su intención fue «meter Ciudad Guayana dentro de un libro», y para ello se valió de su propia experiencia y observación de la realidad que lo rodea.

La novela es la reafirmación narrativa de una manera de vivir donde «pasa de todo con apariencia de no pasar nada».

De acuerdo a una entrevista anterior, Arévalo continúa con lo que ha logrado en sus otras novelas: darle un valor estético a lo que parece insignificante. 

En ese camino, hay un elemento clave de su poética y narrativa, la mujer como el centro vital que abre las grietas por donde surgen otros personajes que según él parecen ser los protagonistas de nuestra ciudad pero no lo son: “he extraído ciertos rasgos que parecen increíbles y por eso son parte del argumento narrativo”.

Una novela que «mata fantasmas»

Arévalo asegura que su forma de «matar fantasmas» es a través de la escritura, y que no puede divorciar la literatura de la realidad. 

Sus historias tienen que ver con sus preocupaciones como ser social, y por eso no se calla lo que tiene que decir. 

«Yo respeto a la gente que escribe desde la esquina del optimismo», dice, «pero lo que se tiene que decir, no se puede ignorar».

En sus novelas no hay poesía, aunque él mismo reconoce que cada una de ellas es un libro de poesía frustrado. 

Sin embargo, hay un homenaje a la lírica venezolana, pues cada capítulo está precedido por un verso de alguna poetisa o escritora nacional. También hay párrafos donde la ciudad se muestra de forma inusual, como si fuera una pintura o una fotografía.

La pecera de los bagres es Ciudad Guayana en sí misma, con sus luces y sus sombras, sus bondades y sus miserias, sus encantos y sus horrores. 

«La novela reconoce lo bueno y lo malo de la urbe, y no se queda en la nostalgia ni en la crítica. Es un testimonio de una época, el retrato vivo de un lugar que ha marcado la vida de muchos», expresa Diego Rojas en su reseña del libro.

Una voz femenina que resuena

En este relato, Francisco utiliza mucho la voz femenina, y lo hace con naturalidad y respeto. 

El autor confiesa que se siente cómodo escribiendo desde la perspectiva de la mujer, y que lo hace por admiración y reconocimiento. «La mujer es superior a nosotros los hombres», afirma.

La pecera de los bagres no es una novela que se deje llevar por el pesimismo, pero tampoco es un libro que ofrezca soluciones mágicas. Es una obra narrativa que propone descubrir y valorar a Ciudad Guayana, desde la perspectiva y la voz de Francisco Arévalo.

Una tertulia literaria entre amigos

Después de la presentación de La pecera de los bagres, los asistentes tuvieron la oportunidad de hacerle preguntas a Francisco sobre su obra, su proceso creativo y sus influencias. 

El escritor respondió con sinceridad y humor, creando un ambiente de camaradería y complicidad.

La tertulia se extendió por más de una hora, y se convirtió en un espacio de intercambio y reflexión sobre la literatura y la ciudad. Fue una tarde memorable para los amantes de las letras y el arte.

El libro está disponible en físico en la sede de Buscadores de Libros ubicada en el C.C Zulia y también se puede conseguir online en Amazon y en Sultana del Lago Editores.

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