Dos efemérides importantes se desarrollan en forma consecutiva este mes de octubre. El 13 se celebró el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres y el 14 el Día Mundial de la Normalización. En ambas podemos encontrar aspectos en común y de complementaridad, hacia ello se enfocan, en esta oportunidad, algunos comentarios para la gestión empresarial.
Primero es importante explicar ¿por qué un día sobre la reducción del riesgo de los desastres? la ONU decidió establecerlo, con el propósito de crear conciencia a los actores involucrados (gobiernos, sector privado, sociedad), para que se tomen medidas encaminadas a minimizar y controlar estos riesgos, producto de factores tecnológicos, antrópicos y ambientales, dado su impacto en la pérdida de vidas humanas y en la economía de los países.
Estos riesgos pueden ser generados por el ser humano en su actividad diaria, sea empresarial/pública, por actuación malevolente o por la acción de la naturaleza (terremotos, huracanes, inundaciones), entre otros, algunos de estos últimos generados por la acción del Cambio Climático, lo cual implícitamente está contenido en los objetivos del desarrollo sostenible (Agenda 2030 ONU) y específicamente en el ODS 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
En este sentido, es necesario revisar que ésta reducción del riesgo de desastres, puede tener medidas de control y preventivas, así como planes de contingencia en el caso de materializarse los escenarios. Si bien para ello, los países cuentan con organizaciones públicas responsables de la actuación, como es el caso de Protección Civil y Administración de Desastres, Bomberos y Organismo de Seguridad en general, estos deben trabajar de la mano con todos los sectores de la sociedad y en particular el empresarial, considerando las Normas que pueden ayudar y apoyar esta gestión.
Para ello existen normas para la preparación de respuesta ante emergencias, tanto propias del ámbito específico nacional como las Convenin, como otras de referencia internacional generadas por la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA), la Organización Internacional de Normalización (ISO), entre otras más especializadas. En el caso de la ISO vale destacar:
- a) La ISO 22301 Sistemas de Gestión de Continuidad del Negocio, especifica buenas prácticas para un sistema de gestión que permita proteger a su empresa de incidentes que provoquen una interrupción en sus operaciones y en caso de materializarse, efectuar los planes de contingencia que garanticen la recuperación y menor impacto.
- b) La ISO 22320 Seguridad social – Gestión de emergencias, plantea requisitos para la Respuesta a Incidentes ante emergencias, para minimizar el impacto de desastres naturales, atentados terroristas y cualquier otro suceso de graves magnitudes.
- c) La ISO 45001 Sistema de Gestión Seguridad y Salud en el Trabajo e ISO 14001 Sistema de Gestión Ambiental, ambas especifican como un requisito o buena práctica la preparación y respuesta ante emergencias, además de la obligatoriedad de cumplir requisitos legales y tomar en cuenta las necesidades de las partes interesadas pertinentes, en este caso los trabajadores y la comunidad cercana, los cuales pueden ser afectados ante un eventual evento de desastre.
Estas Normas son sólo una muestra de estas herramientas para el aporte a la Reducción del Riesgos de Desastres, que unido a las políticas públicas de los gobiernos, pueden generar mejores resultados, por ello la invitación a incorporarlas en la gestión estratégica empresarial y de esta forma contribuir en los retos que la sociedad demanda incluidos en la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Por: Luis Carlos Cabareda
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