Comienza este sábado en Turín la 104 edición del Giro de Italia con pronóstico incierto, estrenos de lujo como el del colombiano Egan Bernal y el belga Remco Evenepoel, el cartel de favorito del británico Simon Yates y las bazas españolas de Mikel Landa y Marc Soler. Un carrera que ofrece alicientes en el recorrido, con el Zoncolan dentro de una segunda mitad que elegirá a un escalador como vencedor.
El Giro se lanzará con incógnitas. Las lesiones han mermado a varios favoritos.
Egan Bernal (Ineos), ganador del Tour 2019, llega con las dudas de los dolores en su espalda. El de Zipaquirá, de 24 años, comenzó bien la temporada con los terceros puestos en el Tour de Provenza y Strade Bianche y el cuarto en la Tirreno Adriático, pero no ha vuelto a competir.
Bernal llevará el número 1 del pelotón, como el belga Remco Evenepoel y el italiano Vincenzo Nibali en sus respectivos equipos, pero el primero regresa después de 9 meses sin competir tras su grave caída en Il Lombardia, y el «Tiburón» siciliano se fracturó la muñeca recientemente.
La nomina de candidatos incluyen dentro del Ineos a dos hombres más, el ruso Pavel Sivakov y el colombiano Daniel Martínez, dentro de una potente formación que aspira a todo.
Pero si hay un candidato avalado por el rendimiento reciente, este es el británico Simon Yates (BikeExchange), ganador de la Vuelta 2018, quien se exhibió en el Tour de los Alpes ante algunos rivales directos que se encontrará en Italia. En el Giro tiene cuentas pendientes, dolores por aliviar, como aquel que hace tres años al perder la maglia rosa en la recta final de la carrera.
Además habrá que tener muy en cuenta al australiano Jay Hindley (DSM), segundo clasificado en la pasada edición, superado en la última jornada contra el crono por el ausente británico Tao Geoghegan.
En el segundo escalón de favoritos figuran los españoles Mikel Landa (Bahrain Victorious) y Marc Soler (Movistar), ambos con los galones de sus equipos, responsables de luchar por la general. El ciclista vasco tendrá a su lado la garantía de un ciclista regular en su rendimiento como Pello Bilbao, el catalán deberá demostrar su potencial en las grandes. Un punto de inflexión en su carrera.
También jugarán sus opciones de podio otros corredores como el portugués Joao Almeida, líder del Deceuninck Quick Step, revelación en 2020 luciendo la maglia rosa 15 días y cuarto en la general final, el irlandés Dan Martin al frente del Israel Start Up, el ruso Aleksander Vlasov, en el Astana de Gorka Izagirre y Luis León Sánchez y el británico Hugh Carthy (EF Education), tercero en la pasada Vuelta.
El recorrido del Giro ofrece 2 cronos, 8 finales en alto, 7 opciones para velocistas, varias para los «cazaetapas», algunos tramos de arcilla blanca en la Toscana y una meta en Cortina D’Ampezzo, sede de los Juegos Olímpicos invernales de 2026.
Los esprinters tendrán destacada representación con el «renacido» Peter Sagan, Elia Viviani, el colombiano Fernando Gaviria, Caleb Ewan, Nizzolo, Dylan Groenewegem y Tim Merlier, entre otros.
Para empezar la batalla una contrarreloj de 8,6 kilómetros para asignar la primera maglia rosa, es decir, una cita para el italiano Filippo Ganna (Ineos), claro favorito enfundado en su maillot arcoiris..
Mientras los «guepardos» tratan de lucirse en las primeras etapas, en la cuarta está marcada el primer final en alto, hecho que se repetirá en la sexta en el trayecto entre Grotte di Frasassi y Ascoli Piceno, con dos puertos de montaña y llegada a 1.090 metros de altura. Dura jornada con un total de 3.400 metros de desnivel. Será la primera gran cita para los escaladores.
Tras el primer descanso la etapa entre Perugia y Montalcino, en el centro de Italia, tendrá 35 kilómetros por carreteras de grava blanca, el símbolo de la Strade Bianche.
La segunda semana tendrá homenajes a figuras del deporte y de la cultura italiana. La duodécima fracción entre Siena y Bagno di Romagna recordará a Gino Bartali, la siguiente será para el poeta Dante Alighieri, en el 700 aniversario de su fallecimiento.
Las efemérides darán paso a unos 10 últimos días terribles, de montaña de todos los colores. Llegan las míticas subidas. La decimocuarta desemboca en el Zoncolan (13,1 kms al 8,9 por ciento), con los últimos 3kms al 12-13.
Tras un respiro en Gorizia, frontera con Eslovenia, el Giro espera con una dura jornada de montaña que incluye el techo de la carrera, el Passo Pordoi, a 2.239 metros de altura, de categoría especial y 12 kms de subida al 6,6 por ciento). También habrá que escalar el Fedaia (13,7 kms al 7,6) y el Passo Giau (1a, 9,8 kms al 9,3) antes del descenso hacia Cortina D’Ampezzo.
Seguirá el castigo montañoso con la decimoséptima etapa con la meta en Sega Di Ala tras un ascenso de 11,3 kms al 9,7) que continua tras el aperitivo en el Passo San Valentino (15,1 kms al 7,6).
La decimoctava da un ligero respiro antes de otro «etapón», la decimonovena entre Abbiategrasso y Alpe di Mera, con un desnivel de 3.700 metros y las subidas a Mottarone, Passo della Colma y la llegada en alto a Valsesia tras 9,4 kms al 9,2.
Sin respiro hasta el final, la víspera de la llegada a Milán, la vigésima llega a otro puerto de primera, Alpe Motta (8.1 kms al 7,8). Si quedan dudas, se resolverán en la cronometrada entre Senago y Milán, con un recorrido largo, de 30,3 kilómetros.
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