EFE Noticias
Sao Paulo, Brasil. La selección brasileña goleó a la de Bolivia por 3-0 en el partido inaugural de la Copa América sin demasiado brillo y gracias a la inspiración de Philippe Coutinho, autor de dos goles.
A continuación, cinco claves que explican el triunfo no convincente de la Canarinha:
- LA RESURRECCIÓN DE COUTINHO
El camisa ’11’ de Brasil nada se parece al camisa ‘7’ del Barcelona.
Coutinho llegó a la concentración para esta Copa América con el mal sabor de boca que le dejó su última campaña con el Barcelona, pero se ha reencontrado de nuevo con el gol y el juego a las órdenes del seleccionador Adenor Leonardo Bacchi ‘Tite’.
La pasada temporada con el Barcelona ha estado repleta de altibajos. El jugador más caro de la historia del club azulgrana no termina de convencer al Camp Nou, que le culpó directamente del desastre de Anfield con una pitada monumental.
Anoche en el estadio Morumbí de Sao Paulo encontró su mejor versión. Se movió con total libertad y apareció, primero, para abrir el marcador de penalti, y después para aparecer por detrás y rematar de cabeza un centro medido de Roberto Firmino.
Con la baja de Neymar, desconvocado por lesión, se le pedía dar un paso al frente y lo ha dado. Ha asumido galones y es, hoy por hoy, la referencia del equipo.
- EL VAR DESPERTÓ A LOS DE TITE
El resultado fue engañoso. A Brasil le costó doblegar a Bolivia y solo despertó de su letargo gracias a una jugada que el árbitro argentino Néstor Pitana revisó en el VAR y concedió penalti por mano de Justiniano a tiro de Richarlison.
Antes de ese momento crucial, el cuadro de Tite se mostró taciturno, sin efectividad y con muy poca capacidad creativa.
El seleccionador apostó de inicio por un doble pivote formado por Casemiro y Fernandinho, a pesar de jugar en casa y de enfrentarse a un rival infinitamente inferior.
Esa decisión dejó solo en las labores de creación a Coutinho, quien tuvo serias dificultades durante la primera mitad ante el despliegue físico de los bolivianos.
- DEFENSA INFRANQUEABLE
Será difícil ver a Tite renunciar al doble pivote. Defiende ese dibujo porque le permite cimentar el equipo desde atrás y convertirlo en un bloque prácticamente infranqueable.
Las estadísticas hablan solas. Desde que el técnico asumió el banquillo de la Canarinha solo ha perdido dos partidos y encajado diez goles en un total de 36 encuentros.
Pero igual que se ha elogiado su solidez defensiva, también se ha criticado la falta de fluidez en el ataque, como quedó demostrado en el Mundial de Rusia 2018 y en algunos amistosos jugados este año.
La entrada Arthur, quien se perdió el partido inaugural por un fuerte golpe en la rodilla, por Fernandinho debería darle al equipo un plus de rapidez en el pase en el próximo partido ante Venezuela.
- FONDO DE ARMARIO AMPLIO
Una de las ventajas del seleccionador son las opciones de alto nivel que tiene en el banquillo para desatascar los partidos. De inició empezó con un trío ofensivo formado por David Neres, Roberto Firmino y Richarlison.
Los tres han sido fundamentales en el Ajax, Liverpool y Everton, respectivamente, pero ayer se fueron de vacío y no terminaron de conectar con la contundencia que se esperaba.
En la segunda mitad, una vez que Coutinho salvó los muebles con sus dos goles, Tite los sustituyó por otros tres futbolistas de primer nivel: Gabriel Jesús, Willian y Éverton, este último marcó el gol de la noche de jugada individual y disparo fulminante.
En el caso de Gabriel Jesús y Willian eran titulares hasta hace bien poco. De hecho, el delantero del Manchester City fue el ‘9’ de Brasil en el pasado mundial, pero no cumplió con las expectativas porque se marchó sin ver portería.
El extremo del Chelsea también entró como titular en varios partidos de Rusia 2018. Sin embargo, la irregular temporada de ambos con sus clubes ha provocado que ahora tengan un papel secundario. De hecho, Willian solo fue llamado cuando se lesionó Neymar.
- UNA AFICIÓN QUE PIDE MÁS
El partido no fue el esperado para los aficionados brasileños. Se mostraron apáticos con su selección, animaron en contadas ocasiones e incluso abuchearon al equipo al término de los primeros 45 minutos, cuando en el marcador aún imperaba el empate a cero.
Coutinho, Richarlison y Thiago Silva, entre otros, se mostraron comprensivos con la actitud de su hinchada y reconocieron que el partido fue por unos derroteros que no esperaban, al menos durante la primera mitad.
Tite, por su parte, pidió paciencia.
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