Bruselas.- Pese al coronavirus, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) celebrarán el jueves y viernes una cumbre presencial en Bruselas por la dificultad de muchos asuntos a tratar, como el veto de Hungría y Polonia al plan de reconstrucción europeo, la respuesta a la pandemia de covid-19 o las relaciones con Turquía.

La recta final de 2020 está siendo más dura de lo esperado para la UE, que a menos de un mes para que termine el año no ha logrado un nuevo acuerdo comercial con el Reino Unido para la era pos-Brexit ni desbloquear su billonario plan de recuperación.

Los dos acuerdos deberían entrar en vigor el 1 de enero de 2021 y los Veintisiete aún no han tirado la toalla, por lo que ambos temas terminarán previsiblemente sobre la mesa de los líderes pese a no estar en agenda.

VETO AL PLAN DE RECUPERACIÓN

Alemania, que este semestre preside el Consejo de la UE, no ha logrado convencer a Hungría y Polonia de que levanten el veto que mantienen sobre el presupuesto plurianual de la UE y el fondo de recuperación, que movilizarán 1,8 billones de euros, por su rechazo a condicionar estos fondos a respetar el Estado de derecho.

Esta última semana, la Comisión Europea confirmó que el fondo podría ponerse en marcha sin estos países y advirtió de que un retraso en los presupuestos conllevaría importantes recortes en las ayudas de cohesión, de las que son grandes beneficiarios.

El aviso pareció hacer mella en Polonia, que sugirió añadir una declaración aclarando cómo se aplicará este mecanismo como posible solución, pero un día después Hungría descartó esta opción y Varsovia dio marcha atrás asegurando que mantienen el bloqueo.

La intención del resto de socios sigue siendo lograr un acuerdo a 27 y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se mostró el viernes «optimista» sobre las posibilidades de solucionarlo en los próximos días.

Si no ocurre antes del jueves, los líderes podrían hacer un último intento en la cumbre, considerada la fecha límite puesto que cualquier acuerdo tendrá también que ser aprobado por la Eurocámara antes de poder aplicarse.

TURQUÍA

Por otro lado, sobre la mesa estará la posibilidad de imponer sanciones a Turquía como respuesta a las tensiones en el Mediterráneo oriental, la visita del presidente Recep Tayyip Erdogan al bario de Varosha -en el norte de Chipre- sus declaraciones a favor de la creación de dos estados en la isla o el incidente con un buque turco, en el marco de la Operación europea Irini.

Michel dijo el viernes que «la evolución no es positiva» y la UE ha constatado que han continuado los «actos unilaterales», por lo que en la cumbre habrá un debate para considerar «las primeras etapas» de respuesta.

El pasado mes de octubre, los Jefes de Estado y de Gobierno dieron a Ankara un margen de dos meses para rebajar la tensión.

También en el capítulo de relaciones exteriores, los líderes discutirán por primera vez la oportunidad que abre la victoria del presidente electo Joe Biden en las elecciones de EEUU para impulsar la relación transatlántica, deteriorada durante el mandato del actual presidente, Donald Trump.

COOPERACIÓN FRENTE AL CORONAVIRUS

Los mandatarios de los Veintisiete evaluarán asimismo en qué punto se encuentra su cooperación frente a la pandemia, en particular en cuanto a vacunación, reconocimiento de los test para detectar la covid-19 o para la retirada gradual de las restricciones por la segunda ola.

Este trabajo de coordinación, que los líderes han abordado por videoconferencia varias veces en las últimas semanas, es especialmente importante toda vez que se espera que las vacunas de Pfizer y Moderna reciban la autorización en la UE en las próximas semanas, permitiendo iniciar las campañas de vacunación nacionales a principios de 2021.

De cara a la Navidad, la Comisión Europea ha recomendado a los países no retirar las restricciones ante el riesgo de un nuevo repunte, pero algunos Estados reclaman acciones conjuntas, como Alemania, que aboga por el cierre de todas las estaciones de esquí de la UE.

CRISIS CLIMÁTICA

El cambio climático también formará parte del menú de la cumbre, en la que se espera que los líderes de los países indiquen en qué medida están dispuestos a acelerar la reducción de emisiones de CO2 en 2030, sólo unas fechas después de que el Reino Unido haya anunciado que limitará un 68 % sus emisiones.

La UE tiene marcado actualmente un objetivo de recorte de al menos el 40 % respecto a los niveles de 1990, pero la Comisión Europea ha propuesto que se eleve esa cifra hasta el 55 % y el Parlamento Europeo ha reclamado que se llegue hasta el 60 %.

Falta que los países fijen su posición para que arranque la negociación final entre las tres instituciones para fijar esa meta intermedia en 2030 con vistas a descarbonizar la economía en 2050.

LA INCÓGNITA DEL BREXIT

La gran cuestión de cara a la cita es si se llegará con un acuerdo que regule la relación entre el Reino Unido y la UE una vez se consume definitivamente el Brexit a final de 2020, con la constatación de que se ha fracasado o con las negociaciones aún en marcha.

Ambas partes acordaron ayer hacer un nuevo intento, pese a las diferencias persistentes en pesca, competencia y gobernanza del acuerdo. Si tienen éxito, el tratado tendrá que ser aprobado por los Veintisiete, aunque no necesariamente a nivel de líderes, y por los parlamentos británico y europeo antes de entrar en vigor.

 

EFE

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