Caracas.- Pasadas las 11:00 de la mañana un grupo de maestros llegaba a las puertas de la sede del Ministerio del Trabajo, en pleno centro de Caracas, llevando pancartas y coreando consignas los educadores hacían de su día un reclamo nacional.

Este 15 de enero se conmemora en Venezuela el día nacional del maestro, sin embargo, una vez más, los educadores en el país no tienen nada que celebrar, por el contrarío tienen de sobra qué exigir. Los bajos salarios, las malas condiciones de los centros educativo y por último la llegada de la pandemia, que los ha obligado a mantener una educación a distancia inviable en un país con mala conexión a internet, con reiteradas fallas eléctricas y con equipos de alta tecnología que no están al alcance de todos, han sido un cúmulo de problemáticas que nadie se interesa en resolver.

«Aristóbulo ladrón acabó la educación», decían los maestros al referirse a quien hoy ocupa el cargo de ministro de Educación, y a quienes responsabilizan del hambre y miseria a la que está sometido el gremio.

Gricelda Sánchez directiva de Forsidi y representante del gremio de maestros dijo presente en la manifestación, donde aseguró que hoy los educadores venezolanos estaban en las calles reclamando «justicia, justicia para este sector que no se rinde, para este sector que eligió movilizarse».

Dijo que, las recuperación de las reivindicaciones laborales en el país era a un tema de «derechos humanos», es que un docente con el máximo nivel educativo solo alcanza a duras penas a cobras lo equivalente a cuatro dólares.

«No puede haber futuro con docentes que ganan dos dólares», argumentó, al tiempo que responsabilizó a Nicolás Maduro y al ministro Aristóbulo Istúriz de todo lo que vive el gremio.

Además, Sánchez aprovechó la oportunidad para exigirle al Estado la liberación del profesor Robert Franco secretario general del Sindicato de Profesionales de la Docencia en el estado Sucre.

Franco se encuentra detenido desde el 26 de diciembre cuando funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) se lo llevaron de su vivienda en Carúpano. Posteriormente fue trasladado a Caracas.

Gricelda Sánchez advirtió que este profesor de educación física se encuentra detenido en la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de la Quebradita en Caracas, por el simple hecho de disentir. «Él se siente muy mal y no lo dejan ingresar su medicina, no permiten verlo, lo quieren vincular en un complot cuando su única arma es un balón».

Tomado de Tal Cual

 

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