Recife, Brasil. Las populares fiestas «juninas» de Brasil, que homenajean en junio a San Antonio, San Juan y San Pedro y son las segundas con más público después del Carnaval, se trasladaron este año al mundo virtual, con una programación que busca mantener la tradición en plena pandemia del nuevo coronavirus.
Los días de San Antonio (13 de junio), San Juan (24) y San Pedro (29), que suelen dar lugar a atiborradas fiestas por toda la geografía brasileña durante los cuatro fines de semana del mes, tienen en 2020 un inédito formato completamente diferente de la algarabía y de las multitudes debido a la pandemia.
La crisis de la COVID-19 continúa en planea escalada en Brasil, que hasta el viernes contabilizaba más de 800.000 casos confirmados y casi 42.000 muertes.
La región noreste, una de las zonas más afectadas por el coronavirus, ha sido siempre el epicentro de las fiestas «juninas», que a pesar de celebrarse en todo el país, tienen un arraigo cultural más fuerte en las ciudades de ese territorio integrado por 9 de los 27 estados brasileños.
La más multitudinaria de todas las fiestas «juninas» de Brasil, con una asistencia de 1,8 millones de personas durante el mes, es la de Campina Grande, la segunda mayor ciudad del estado de Paraíba y por la que desfilan los principales exponentes del forró, un ritmo de baile autóctono, y del sertanejo, una especie de «country» brasileño.
Campina Grande, que no desiste de tener «in situ» a su público y pretende hacer una celebración tradicional en octubre, y Mossoró, en Río Grande do Norte, apostaron este año por fiestas virtuales a través las redes sociales con patrocinios y recaudación de donaciones para obras benéficas.
La «Reina de la Música Norestina», Elba Ramalho, la principal exponente del forró y con presencia siempre en las fiestas organizadas por toda la región, realizará este año una presentación en vivo pero desde su casa de Río de Janeiro y a través de las redes sociales.
«Este año no tendremos el calor de la danza alrededor de la hoguera, pero tendremos el calor del corazón porque la fiesta está viva en nuestros sentimientos», comentó Ramalho sobre su presentación, que acompañará una campaña de seguridad promovida por Neoenergia, la filial brasileña del grupo español Iberdrola.
Para Ramalho, a pesar de no tener este año los parques y plazas «llenos» de gente, su voz en este inédito formato pretende alcanzar «a todos aquellos que dan valor» a la cultura y promete un espectáculo en el que no faltará el forró «auténtico».
Ramalho iba a ser el 23 de junio la atracción principal de la fiesta «junina» de Caruarú, la mayor del estado de Pernambuco y que canceló definitivamente su programación, con un perjuicio para el comercio y el turismo de la ciudad de 200 millones de reales (unos 40 millones de dólares), según la municipalidad.
Recife, la capital regional, se adhirió a los espectáculos virtuales con una programación similar, pero anunció esta semana también los llamados «Forroviocas», unos camiones de sonido, decorados para la fiesta, en los que artistas del forró se pasearán por los barrios tocando su ritmo y sin contacto con el público.
EFE noticias
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