Ciudad Guayana.- El remodelar y realizar refacciones al hogar era una costumbre del venezolano para la época decembrina, pero debido a la hiperinflación que atraviesa el país ubicada en 4.679,50%, se convirtió en una opción para los más privilegiados.
El precio de un galón de pintura varía entre 190.000 y 350.000 bolívares; los cuñetes se encuentran en 2.500.000 y 2.650.000 bolívares. La arena lavada para frisar paredes puede conseguirse desde Bs. 250.000 hasta Bs. 280.000. Mientras que el rollo de 10 metros de manto para impermeabilizar está entre 1.200.000 y 1.800.000 bolívares.
Durante un recorrido realizado por Soy Nueva Prensa Digital, se observaron las ferreterías desoladas, con pocos compradores. Mariannys Rodríguez, de 31 años, vendedora de Ferreterías y Materiales El Cacique en Unare II dijo: «las ventas no están muy buenas, en comparación con años anteriores. Son muy pocas las personas que están comprando».
Mientras que el encargado de Superferre, Rubiel Armas, de 21 años, expresó: «No hay tanta gente comprando, usualmente todo lo que se llevan es para reparar algo en específico que se dañó en la casa».
Jorge Villamizar, de 37 años, señaló que «las cerraduras que estoy comprando son porque las necesito, me pagaron los aguinaldos, pero todo está muy caro. Remodelar la casa, eso no se puede hacer ahorita».
En una encuesta realizada a través de nuestra cuenta oficial en Twitter, 101 personas votaron y el 86% expresó que no va a remodelar su hogar para estas navidades, mientras que el 14% restante afirmó que sí. Nuestra usuaria María Ochoa dijo: «Con qué se sienta la cucaracha», al recordar el refrán popular para referirse a la precariedad económica.
Con el salario mínimo a 300.000 bolívares y el alto costo de la vida, las prioridades de los guayacitanos han cambiado, así que refrescar la fachada de su «nido» ha dejado de ser una tradición para convertirse en un lujo que pocos se pueden dar.
Jennifer Salcedo Malavé / [email protected]
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