Caracas. Mike Álvarez está dispuesto a regresar como manager de Caribes de Anzoátegui durante la temporada 2020-2021, pero antes de adoptar una resolución tan importante en su dilatada carrera como técnico en el beisbol, lo pensará bien.
“Después de la primera noche del campeonato (de la LVBP, sellado en Maracay), me hicieron la pregunta (la gerencia del club). Obviamente, yo quería que pasara la Serie del Caribe y regresar a Puerto La Cruz, como lo estoy haciendo y pensarlo”, aseveró Álvarez el domingo, ataviado de civil y luciendo un sombrero Panamá color naranja, mientras esperaba junto al resto de la delegación venezolana el vuelo chárter que despegaría del Aeropuerto Internacional General Rafael Buelna de Mazatlán. “He hablado con todos los coaches, he hablado con varios peloteros y la idea es interesante. Pero hay ciertos puntos que debo tocar y analizar, antes de tomar una decisión como esa”.
Después de la ruptura entre la oficina y Jackson Melián, que había sido ratificado en el cargo de estratega durante el receso de temporada, Álvarez se encargó de la Tribu. No estuvo cómodo en principio, reiteró en más de una oportunidad que su designación como mandamás era interina y que aspiraba a seguir siendo coach de pitcheo. Pero a partir de su ascensión, la Tribu jugó para 18-6, incluida la postemporada, y los orientales alzaron el cuarto cetro en su historia. Entonces, la posibilidad de recibir una oferta para dirigir se hizo mucho más tangible, concreta.
“Como todo el mundo sabe, yo nunca he hecho esto y sin la ayuda que he tenido alrededor, no sólo de los técnicos, todos saben que siempre he reconocido la labor de (Gustavo) Molina, sino el respaldo de los peloteros que también fue muy grande, no lo hubiese logrado”, expuso. “Entonces existe la posibilidad que sí vuelva ¿por qué no? Si soy de Caribes, si me siento en casa ahí, y si puedo retribuir en algo por esa parte, bien. Pero hay que pensarlo”.
Por estos días no se tocará el tema. Luego de una temporada estresante por las condiciones sui géneris ocasionas por la pandemia de Covid-19 y el largo y agotador viajé a México, para disputar la Serie del Caribe, el descanso es perentorio. Pero como ocurrió en sus días de lanzador activo, Álvarez tiene control sobre la pelota y el lanzamiento que irá al plato.
“Ya hablé con él y la decisión está en sus manos”, enfatizó Samuel Moscatel, tras finalizar la actuación de Caribes en el Estadio Teodoro Mariscal. “Creo que hizo tremendo trabajo, el grupo lo aprecia, lo respeta, lo sigue. Él se encontró con algo, que no esperaba que le sucediera y de pronto estaba dirigiendo. Pero son casi 30 años en el beisbol. Tiene la experiencia para eso. Ya yo lo conversé con los dueños del equipo y están de acuerdo en que Mike debería ser el manager para la próxima temporada, pero la decisión es de él”.
El tema se volverá a discutir en algún momento del mes de abril o tal vez antes, dependiendo del itinerario de Álvarez, que volverá a ser instructor de pitcheo en las filiales de los Tigres de Detroit en la Liga de la Costa del Golfo (novatos).
“Recibí un mensaje de mi jefe en Detroit y le pregunté la fecha para reportarnos, me dijo que podría ser la primera semana de abril o la primera semana de mayo. Entonces al menos hasta el 15 de marzo estaré en Puerto La Cruz. Tengo varias cosas personales que atender con mi esposa y compartir con el vecindario, en Chuparín, son personas muy queridas que me han aceptado y me gustaría retribuírselo”, destacó Álvarez, que se ganó un merecido descanso.
Redacción SNPD con información de la LVBP.com
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