Buenos Aires.- Hogar de un 52 % de toda la biodiversidad de Argentina, la provincia de Misiones, situada en el extremo nororiental del país, ha dado un paso más allá en la protección de sus recursos naturales con la reciente creación del Ministerio de Cambio Climático, un hito «inédito» en la historia del continente americano.

Al menos así lo considera el flamante ministro provincial, Patricio Lombardi, quien en una entrevista a Efe asegura que desde Canadá hasta Tierra del Fuego «no existía ningún ministro a nivel nacional ni a nivel provincial de Cambio Climático», razón que evidencia, en su opinión, «el enorme compromiso de Misiones» por proteger el medioambiente.

«Como siempre digo, la biodiversidad del mendocino, del porteño y del de Tierra del Fuego está aquí (…). No somos deudores, somos acreedores ambientales», señala el titular de Cambio Climático, quien asumió las riendas del incipiente ministerio el pasado 8 de octubre.

UNO DE LOS PULMONES DE ARGENTINA

Misiones no sólo es conocida por albergar una sección de las imponentes cataratas del Iguazú: la provincia es el principal exportador de yerba mate del mundo, la mayor productora de té de Argentina y uno de los mayores pulmones del país por su «millón de hectáreas de monte nativo».

Ese profundo arraigo de la naturaleza ha tenido un impacto directo sobre las instituciones de Misiones, que cuenta desde hace treinta años con un Ministerio de Ecología -el primero en América Latina por aquel entonces- y desde hace cinco con otro de Agricultura Familiar, fruto del rechazo misionero al cultivo de soja.

«El Ministerio de Agricultura Familiar es un emblema muy fuerte que tiene Misiones, porque le estamos mostrando y dando al mundo una señal: que nos preocupa comer sano, que nos preocupa la rotación del cultivo, el cuidado del suelo, y que nuestras frutas y verduras no tengan agroquímicos», asevera Lombardi.

Sin embargo, el deterioro medioambiental se ha hecho notar en este territorio especialmente sensible al accionar de sus vecinos Paraguay y Brasil, puesto que tan sólo un 8 % de la frontera provincial colinda con el resto de Argentina.

De hecho, en los últimos años Misiones está experimentando «pocas lluvias» por la tala de montes en el Amazonas, además de sufrir los efectos de la contaminación sobre el río Paraná, el segundo más largo de América Latina, que nace en Brasil y desemboca en el río de la Plata.

«Si mis vecinos, cualquiera de los dos, siembran soja, el agua (de lluvia) que pega en la tierra y va al río viene con glifosato, con químicos. Ahora, cuando pega el agua de lluvia en Misiones, en la selva, el agua va limpia y enriquece el agua del río», explica el ministro misionero.

TRANSVERSALIDAD PARA HACER FRENTE A LOS RETOS CLIMÁTICOS

En este contexto, el exgobernador provincial (1999-2007) Carlos Rovira impulsó la creación de este Ministerio de Cambio Climático, que anteriormente era una dirección general del Ministerio de Ecología, con el propósito de «jerarquizar» y «ponerle foco» a todo lo relacionado con el cambio climático en esta región.

Así, una de las principales claves de esta nueva cartera será su «transversalidad», obligando al trabajo conjunto con Salud, Educación, Agricultura Familiar o Energía, así como difundir «buenas prácticas ambientales», para comprender que no se trata de una lucha «contra» el cambio climático, sino de emprender acciones en favor «de un cambio climático positivo».

«Me parece que el tema es tan grave, tan serio, que tenemos que tratarlo con el respeto y la prudencia que se merece y comprender que sembrando miedo no vamos a cosechar nada bueno. Justamente lo que tenemos que hacer es sembrar buenas prácticas ambientales, de eso se trata», argumenta Lombardi.

Con esto, el ministro pretende «ponerle un valor a la biodiversidad» y que se pague «por el oxígeno y por la vida» que ofrece Misiones, generando de forma paralela un «cambio de paradigma» y de prioridades.

«No podemos permitir más que en el siglo XXI las petroleras y las mineras tengan subsidios y a nosotros no nos subsidie nadie. Es inconcebible, no va más. Acá hay un antes y un después», subraya.

MENSAJE PARA TODO EL MUNDO

Junto al trabajo en el seno de la provincia, la intención del Ministerio de Cambio Climático misionero es enviar un mensaje al mundo, especialmente en un tiempo en que proliferan los negacionistas a lo ancho y largo del globo.

«Me parece que no hay la suficiente conciencia. Creo que hay líderes a los que hay que prestarles mucha atención, justamente por ser multiplicadores o generadores de esta conciencia (…). Lo que a veces nos pasa es que tenemos disociado el cuidado de la casa común y nuestra propia salud, sin darnos cuenta que estamos todos unidos», afirma el ministro.

Por ahora, ese mensaje ya fue «enviado y recibido», como demostró hace dos semanas una carta del propio papa Francisco, en la que exhortaba al Gobierno de Misiones a extender esta iniciativa por otras jurisdicciones, tanto dentro como fuera de Argentina.

En ese sentido, Lombardi ya entabló contacto con la sección de Medio Ambiente de la ONU, aunque su mayor propósito es «llegar» hasta el secretario general del organismo, el portugués Antonio Guterres, para que comience a «tener en cuenta» a los Estados subnacionales a la hora de distribuir ayudas para el medioambiente.

«Es hora que las Naciones Unidas y los que realmente entienden la problemática de cambio climático comprendan que, hasta ahora, han trabajado con gobiernos federales y no les fue bien, porque tenemos el planeta que tenemos (…). Nosotros queremos ir de abajo para arriba, que (la ONU) empiece a dar la misma ayuda no reembolsable a los Estados subnacionales», expone.

Más allá de estos objetivos tan ambiciosos, Lombardi aspira a que tanto los ministerios de Cambio Climático y Ecología como el Instituto Misionero de Biodiversidad sean, como mínimo, «autosustentables con el dinero» del exterior: la provincia produce «servicios ecosistémicos que nadie más produce», entonces, según Lombardi, precisa de «un trato diferente».

«Tiene que ver con este paradigma, con decir que en estos dos años le pudimos poner un valor a la biodiversidad, con eso sería feliz. Por supuesto, esto de fronteras para adentro, y de fronteras para afuera ver una América Latina y un mundo muchísimo más comprometidos con la temática del cambio climático», sentencia el ministro.

Todavía está por ver si ese trabajo da o no sus frutos, pero Misiones ya ha logrado su primer propósito: ponerse a la cabeza de todo el continente americano en el complejo camino de suavizar los efectos del cambio climático.

Javier Castro Bugarín EFE

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