El ministro de Relaciones Exteriores, Félix Plasencia, expresó en la reunión de los países que integran el Movimiento de Países No Alineados su rechazo a las sanciones impuestas por gobiernos como el de EEUU a varias naciones, entre ellas Venezuela, así como también la negativa del Fondo Monetario Internacional (FMI) para liberar los 5.000 millones de dólares que le correspondería a nuestro país por el concepto de Derecho Especial de Giro (DEG) que, según el canciller, serían usados para ayudar a los ciudadanos contra la covid-19.
Desde Belgrado, donde se lleva a cabo la 60° Cumbre de Alto Nivel del Mnoal, Plasencia aseguró que ese organismo multilateral «está llamado a servir de contrapeso frente a intereses hegemónicos, colonialistas e imperialistas» y en ese sentido, «ese espíritu debe guiarnos para rechazar y luchar contra los intentos de un reducido grupo de gobiernos que pretenden instaurar peligrosas prácticas que son contrarias a la legalidad internacional y desconocen la voluntad soberana».
Por ello, agradeció el respaldo que se le brinda desde esa instancia a Venezuela «en la defensa de su soberanía y del legítimo ejercicio de nuestros derechos y privilegios en distintos foros internacionales». Afirmó además que la administración de Nicolás Maduro está «firmemente comprometida» con los principios que fundaron el Mnoal y que forman parte de la Política Exterior que se esgrime.
A su juicio, las sanciones «son tan ilegales como letales y, en medio de la actual pandemia, exacerban las dificultades y socavan los esfuerzos nacionales para atender esta emergencia multidimensional», por lo que considera que llegó el momento para «redoblar esfuerzos» en pro de la defensa y de hacer efectivo los principios y propósitos de la Carta de la ONU y las normas del Derecho Internacional con el fin de que las «naciones del sur» puedan defenderse «ante la persistente y sistemática agresión» de las grandes potencias.
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