La NASA desarrollará la iniciativa LEAF (efectos lunares en la flora agrícola), que se trata de la instalación de un invernadero en la Luna para investigar el nivel de adaptabilidad de los cultivos en el espacio.
El proyecto será guiado por la profesora del ‘Space Lab Technologies’, Christine Escobar, para así dar pie al «primer experimento para observar la fotosíntesis, el crecimiento y las respuestas al estrés sistémico de las plantas en la radiación espacial y la gravedad parcial».
Sin embargo, antes de esta iniciativa, China ya había enviado en 2019 unas semillas de algodón, las cuales brotaron al poco tiempo, siendo la primera prueba biológica lejos del planeta Tierra.
Ante estos resultados y los análisis de LEAF, se planteó la idea de mandar a un par de astronautas a la Luna e intentar nuevamente plantar diversas semillas.
«Los datos de crecimiento y desarrollo de las plantas, junto con los parámetros ambientales medidos por LEAF, ayudarán a los científicos a comprender el uso de las plantas cultivadas en la Luna, tanto para la nutrición humana como para el sustento de la vida en la Luna y más allá», destacó la NASA.
Proyectos en la Luna
Sumado al proyecto LEAF, la NASA escogió dos pruebas científicas que buscan ser implementadas en la superficie lunar.
Por un lado, se busca crear una Estación de Monitoreo del Medio Ambiente Lunar (LEMS), la cual se encargará de localizar y registrar terremotos lunares por medio de un equipo de sismómetros autónomos.
Mientras que, el segundo proyecto, será un Analizador Dieléctrico Lunar (LDA) capaz de medir el polvo de la Luna y determinar el nivel de conductividad eléctrica del satélite.
«Estos tres instrumentos científicos serán nuestra primera oportunidad desde las misiones Apolo, para aprovechar las capacidades únicas de los exploradores humanos para llevar a cabo una ciencia lunar transformadora», aseguró el miembro de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, Joel Kearns.
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