Miami.- El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, anunció que la misión Demo-2 con la que se completará el primer vuelo comercial a la Estación Espacial Internacional (EEI) iniciará su regreso a la Tierra el próximo 1 de agosto.
Los astronautas estadounidenses Bob Behnken y Doug Hurley se volverán a subir a la cápsula Crew Dragon, a la que bautizaron como «Endeavour», que al cabo de aproximadamente un día de viaje se posará con un paracaídas sobre la superficie del océano, donde los astronautas serán recogidos y llevados a tierra.
Sin embargo, Bridenstine advirtió mediante un mensaje publicado en su cuenta de Twitter que «el clima podría cambiar la fecha final».
La capsula se desenganchará de la Estación Espacial Internacional y realizará las maniobras de vuelo necesarias para su reentrada en atmósfera de forma automática para después desplegar el sistema de paracaídas diseñado por SpaceX que les permitirá aterrizar suavemente en el océano Atlántico.
De no haber ningún inconveniente culminaría así la misión Demo-2 con la que Estados Unido quiere certificar la capacidad de la compañía SpaceX fundada por Elon Musk, de realizar viajes espaciales comerciales.
Además, la NASA también demostraría que, once años después de la cancelación de su programa de transbordadores espaciales, puede volver a enviar a astronautas a la EEI desde suelo estadounidense sin la necesidad de utilizar el Soyuz y la plataforma de lanzamiento rusa.
En 2014 la empresa de SpaceX y Boeing se hicieron con contratos multimillonarios que los convirtieron en los primeros clientes del programa de vuelos comerciales de la NASA con el que deberán completar al menos seis misiones operacionales a la EEI.
Después del aterrizaje, la empresa de Musk estará lista para poder iniciar esos vuelos operacionales, cuya primera misión conocida como Crew-1 está prevista que despegue desde Florida el próximo 30 de agosto.
La cápsula CST-100 Starliner de Boeing aun no está lista para enviar a astronautas a la órbita ya que antes debe hacer un vuelo de prueba sin tripulación hasta la EEI, un hito que no logró en su primer intento durante el pasado mes de diciembre cuando hubo un problema en el temporizador de abordo.
Al completar la misión, la NASA también se encuentra un paso más cerca de alcanzar los grandes objetivos de las próximas décadas como son volver a enviar a un ser humano a la Luna o llegar hasta el planeta Marte.
Este es uno de los sueños de Musk, que fundó su empresa aeroespacial en 2002 con el fin de crear un asentamiento sostenible en el espacio y en el Planeta Rojo.
Por su parte, la NASA también tiene la vista puesta en Marte ya que tiene planeado enviar al nuevo Rover, al que han llamado Perseverance, a las 7:50 de la mañana (11:50 GTM) el próximo 30 de julio desde la plataforma de lanzamiento 41 del Centro Espacial Kennedy.
Está previsto que el vehículo aterrice en el cráter Jezero de Marte el próximo 18 de febrero de 2021 para buscar restos de vida microbiana en el planeta. Alli tomará muestras del terreno que serán enviadas de vuelta a la Tierra y obtendrá datos para la futura exploración humana y el establecimiento de un asentamiento permanente.
En caso de que el cohete no pudiese despegar por cualquier cuestión técnica o climatológica, la ventana de lanzamiento se extendería hasta mediados de agosto, pero no podría retrasarse más ya que la Tierra y Marte dejarían de estar en la posición adecuada para producirse el lanzamiento.
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