Los neuroderechos son un tema bastante reciente para nuestros tiempos, y es que parecería que antes no era tan necesario establecer un límite entre lo correcto y lo incorrecto en los alcances de la tecnología frente al ser humano. Sin embargo, con los avances en la inteligencia artificial y en las herramientas tecnológicas que las personas usan, se volvió un tema inevitable.
Hasta ahora, Chile es el único país que está a punto de incluir los denominados neuroderechos en su Constitución. Actualmente la iniciativa ya fue aprobada por el Senado y comenzó a tratarse a nivel de los Diputados. La idea es modificar el artículo 19, número 1, de la Carta Fundamental, para proteger la integridad y la indemnidad mental con relación al avance de la inteligencia artificial.
Y aunque pueda sonar un poco futurista, la idea no es nada descabellada y debería ser adoptada por muchos otros lugares del mundo. Basta recordar que algunos expertos han admitido que hay un momento en la adquisición de conocimiento por parte de los robots y los equipos con inteligencia artificial que desconocen, y que cuando han investigado cómo funciona el proceso de aprendizaje de la inteligencia artificial, han notado que en cierto punto, la máquina podría superar al humano.
¿Qué busca la regulación?
La idea de la regulación propuesta es que exista un respaldo legal para proteger la integridad y la indemnidad mental en relación al avance de la inteligencia artificial. Es decir, que exista un límite en la intervención de la tecnología en nuestro cerebro, para que una máquina no pueda entrar en nuestra mente sin nuestro consentimiento o sin una finalidad que sea a favor de la vida y la autonomía.
Los procesos para avanzar en la inteligencia artificial son muy beneficiosos para seguir en el progreso de la tecnología e incluso de la medicina, ya que mediante la IA (inteligencia artificial) se conocen los mecanismos de pensamiento y acción del cerebro humano. Incluso, algunas empresas como Warner Bros. ya la están aprovechando para tomar decisiones sobre su futuro. Sin embargo, estos beneficios están acompañados de algunos riesgos. Y es que la inteligencia artificial está llegando al punto en el que puede acceder a nuestro cerebro e identificar lo que estamos pensando y lo que estamos sintiendo a partir de nuestras ondas cerebrales, sin necesidad de que nosotros demos más información al respecto.
La IA puede acceder incluso a tu inconsciente, y no solo eso, sino que algunos expertos consideran que si la inteligencia artificial puede leernos la mente, esto significa que también podrían escribir nuevos pensamientos e insertar en nuestra mente ideas que no son nuestras. Llegando al punto donde podrían hacernos pensar que vivimos una experiencia que no vivimos en realidad, pero sin que nuestro cerebro sea capaz de distinguirlo.
Por eso, la propuesta de ley considera que es importante regular el uso que se les pueda dar a las tecnologías para leer y escribir la mente. De acuerdo con Guido Girardi, principal impulsor de la reforma constitucional propuesta y presidente de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado de Chile, “Lo que está establecido en la reforma constitucional, en cierta manera, es el derecho a la indemnidad de tu mente, a la protección de tu mente, de tu cerebro, a que no pueda ser intervenido sin tu consentimiento y sin un fin pro vida, pro humanidad, pro libertad, pro autonomía”. Suena muy lógico, ¿no lo crees?
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