Madrid, España. Un 7 de febrero de 1940 se estrenaba en el Central Theatre de Nueva York «Disney’s Pinocchio «, la tierna historia del niño de madera cuya inocencia, bondad y generosidad ha conquistado a millones de personas en estos 80 años y que aún hoy sigue siendo uno de los clásicos de Disney más buscados.

Y ello a pesar de que no fue un éxito en el momento de su estreno. Pero con el paso del tiempo se convirtió en uno de los títulos más apreciados del cine de animación y ocupa el segundo puesto en la lista de las 10 mejores películas de animación de la historia del American Film Institute (AFI).

Solo la supera «Snow White and the Seven Dwarfs » (1937), que fue precisamente el primer largometraje de Disney, seguido de «Disney’s Pinocchio».

La adaptación al cine del cuento italiano «Le avventure di Pinocchio » del escritor Carlo Collodi fue un proyecto muy complicado, tanto que en un momento de la producción se creyó que «Bambi», que también estaba en preparación, se estrenaría antes.

El principal problema estaba en el diseño de Pinocho, que se redondeó para hacerle más empático y agradable para los espectadores. Para lograr el que sería el dibujo final, Disney cambió de dibujantes y los trazos del pequeño muñeco de madera pasaron por decenas de manos hasta lograr la apariencia que todos conocemos.

Pero no solo fue la apariencia lo que cambió el Pinocho de Disney respecto del de Collodi.

El original de Collodi describe al inicio a Pinocho como un personaje lleno de maldad y egoísmo, mientras que en la película de Disney nos encontramos con un niño adorable y bondadoso de mejillas sonrojadas, que aunque es un poco mentirosillo, tiene buen corazón.

Pero una de las diferencias más notables tiene lugar con el personaje de Pepito Grillo (Jiminy Cricket en la versión original en inglés), que Disney quiso que se viera como un ser humano y pidió específicamente que usara trajes como cualquier persona.

El pequeño personaje se convirtió en uno de los protagonistas del filme, actuando como una especie de voz de la conciencia de Pinocho, mientras que la obra literaria de Collodi tiene una aparición esporádica y es aplastado por el niño de madera a las primeras de cambio.

La importancia que tuvo Pepito Grillo trascendió a los premios Óscar. La emblemática canción que da inicio a «Pinocho», «When You Wish Upon a Star», y que es cantada por el cantante Cliff Edwards, que da voz a este personaje, consiguió la que sería la primera estatuilla para Disney al alzarse con el premio a mejor canción original.

El filme ganó también el Óscar a mejor banda sonora por «Pinocho», creada por Leigh Harline, Ned Washington y Paul J. Smith.

Un excelente resultado cinematográfico que no llevó aparejado el éxito de taquilla que había conseguido Blancanieves, debido a la situación en Europa por la Segunda Guerra Mundial. Tanto afectó este hecho, que «Pinocho» solo se dobló al español y al portugués, según señala en su web el AFI.

Su historia, sobre la importancia de la sinceridad y de ser buena persona -lo que acaba permitiendo que la adorable marioneta se convierte en un niño de carne y hueso- forma ya parte de la cultura popular y ha pasado de generación en generación durante estos 80 años.

Y difícil es encontrar a alguien que no se haya emocionado con una película que comienza con el entrañable carpintero Geppetto dando forma a la marioneta de madera. Al terminar, pide a una estrella fugaz como deseo que el muñeco de madera se convierta en un niño de verdad y el Hada Azul da vida a Pinocho.

El proceso de aprendizaje de Pinocho a lo largo de la película se asemeja al de cualquier niño real, lo que facilita la identificación de los espectadores con una película cuyo encanto sigue intacto 80 años después de su estreno. Porque, ¿quién no ha dicho alguna vez que si mientes, te crece la nariz?.

EFE

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