Ciudad Guayana.- Una nueva presión inflacionaria aplasta la deteriorada economía venezolana. Se trata de tres nuevos billetes del cono monetario estrenado en agosto de 2018, y que a juicio de los economistas, “no es más que control de daños”.

“El problema de fondo sigue siendo la hiperinflación”, expresó Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica en su Twitter este miércoles.

“Si bien el régimen de Maduro aplica un ajuste altamente costoso para la economía para contenerla, está lejos de resolverse”.

Y en esto coincide el exministro de Economía, Rodrigo Cabezas, quien sugiere que el nuevo cono monetario tendrá el mismo destino del anterior, si no se detiene la hiperinflación.

“Preocupa que, de nuevo, el gobierno y el BCV vendan la falsa idea que estos tres nuevos billetes servirán para algo en materia inflacionaria”, alerta.

En evidencia

A juicio de Cabezas, a finales de 2019 podría emitirse un nuevo cono comentario si no se aplica un plan estratégico macroeconómico que frene la hiperinflación.

“La reconversión monetaria de agosto 2018, fue muy mal concebida dado que la tomaron con visión administrativa, en total ausencia de un programa fiscal, monetario y financiero que se planteará el objetivo de contener la inflación galopante”, reveló al medio digital Punto de Corte.

Se trata de un plan antiinflacionario con componentes fiscales, monetarios, cambiarios y de manejo de reservas internacionales, que haga creíble la intención del Gobierno y del BCV para detener la “anomalía macroeconómica”.

Por su parte, César Aristimuño señala que “la economía venezolana se ha dolarizado de facto y el diseño de esta ampliación del cono monetario parece tener como referencia la variación del tipo de cambio en lugar del movimiento de la inflación”.

“Esta nueva medida aumenta nominalmente 99 veces el valor del billete de mayor denominación, de 50.000 bolívares, que tendrá que generar presiones alcistas de algunos precios rezagados, porque de lo contrario será muy complicado gestionar los pagos de actividades cotidianas”, advierte el director de Aristimuño Herrera & Asociados.

Correr la arruga

Para Oliveros, el régimen intentará colocar nuevos billetes al cono monetario antes de finalizar el 2019, en vez de quitarle ceros.

“En aras de optimizar el efectivo, el BCV debería dejar de emitir los billetes de baja denominación y centrase en los billetes de 200, 500 y los nuevos, que le da un respiro al problema del efectivo unos cuantos meses más”.

Sin embargo, considera que la medida no actúa sobre la hiperinflación. “Simplemente es correr la arruga y ganar tiempo”.

Para Aristimuño, esta decisión se toma en un contexto de desaceleración de la inflación.

“El Banco Central simplifica el cono monetario y reduce el volumen de billetes necesarios en la economía, lo que incluso significa ahorros para el ente emisor en un contexto financiero complejo”.

Los expertos prevén inconvenientes en las transacciones pequeñas, especialmente por la presión que ejercerá la entrada en vigencia de los nuevos billetes, desde este jueves 13 de junio.

“¿Cómo se paga un pasaje de 700 bolívares con un billete de 10.000, por ejemplo? Y si es de 20.000 o 50.000 será más complicado aún”, pondera Aristimuño.

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