El inglés Lando Norris (McLaren), segundo en el certamen, que solo pudo hacerlo en tres puntos el pasado domingo en Baku, intentará seguir recortando este fin de semana la ventaja que le lleva el triple campeón del mundo, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), en el Mundial de Fórmula Uno, en el Gran Premio de Singapur, el decimoctavo del año, que se disputará con luz artificial en el circuito urbano de Marina Bay.
Verstappen acabó quinto -un puesto detrás de Norris- en la capital de Azerbaiyán, donde el australiano Oscar Piastri (McLaren) ganó, por delante del monegasco Charles Leclerc (Ferrari), una carrera marcada por el accidente, en la penúltima vuelta y cuando luchaban por el podio, del español Carlos Sainz -compañero del anterior en la ‘Scuderia’- y del mexicano Sergio Pérez (Red Bull). Un percance que, de rebote, le dio el tercer puesto al inglés George Russell (Mercedes).
Norris, que la había pifiado en la calificación del sábado, en la que quedó eliminado en la primera ronda (Q1), arrancó decimoquinto y protagonizó la remontada del día, pero solo le pudo arañar tres puntos a ‘Mad Max’, que lidera ahora con 313: exactamente 59 más que Lando y con 78 de ventaja sobre Leclerc.
En la clasificación en la que sí hubo ‘sorpasso’ fue en la del Mundial de constructores, que se ha llenado de emoción. Ahora lidera McLaren, con 476 puntos: veinte más que Red Bull y con 41 de ventaja respecto a Ferrari.
Alonso -que firmó dos de sus 32 victorias en la F1 en Marina Bay (en 2008, con Renault; y en 2010, con Ferrari)- llega a Singapur después de acabar sexto en Baku, donde el argentino Franco Colapinto (Williams) sumó, en su segunda carrera, sus primeros puntos (4) en la categoría reina, al concluir en un sobresaliente octavo puesto
La ya tradicional carrera nocturna de Singapur (que en América y en Europa se podrá ver en el horario habitual) cierra el ‘programa doble’ que se inició en Azerbaiyán, donde arrancó el último tercio de un campeonato al que le quedan siete carreras y tres pruebas sprint y que se clausurará en Abu Dabi el 8 de diciembre.
Este viernes arrancan los entrenamientos libres en Marina Bay, una pista ligeramente recortada a 4.940 metros, estrecha, con 19 curvas -siete a la derecha- y cuatro zonas de DRS. La última de ellas, entre las curvas 14 y 16, se inaugura este fin de semana. Y la parte anteriormente comprendida entre las curvas 16 y 19 -cuando la pista tenía 23-, que era particularmente lenta, es ahora una larga recta en la que se abre la posibilidad de adelantamientos, en un trazado en el que tradicionalmente ha sido complicado efectuarlos.
Al igual que en Monza y en Baku, en Singapur se rodará con neumáticos de la gama de compuestos más blanda: los C3 (duros, reconocibles por la raya blanca), C4 (medios, raya amarilla) y C5 (blandos, roja); y los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la importante calificación, que ordenará la parrilla de salida de la carrera dominical. Prevista a 62 vueltas, para completar un total de 306,1 kilómetros. En una de las pruebas más duras de la temporada, marcada por las altas temperaturas y la humedad extrema.
Los tres primeros del Mundial -Verstappen, Norris y Leclerc- nunca han ganado en este circuito, en el que el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes) -con cuatro- es el único que se acerca al récord de victorias (cinco, en total) del alemán Sebastian Vettel. Y en el que, curiosamente, los últimos dos ganadores han sido ‘Checo’ y Sainz, los protagonistas del espectacular accidente del domingo en Baku que, por fortuna, se saldó sin daños personales.
El bravo piloto tapatío -que ganó en Singapur hace dos años y al que la mala suerte volvió a perseguir en Azerbaiyán- estaba firmando una de sus mejores carreras del año en la pista en la que nadie iguala sus resultados y en la que firmó dos de sus seis victorias en la F1. El percance final le apartó del podio y ahora Russell no sólo iguala sus 143 puntos, sino que -al contar una victoria, que no tiene el mexicano- es él el que ocupa la séptima plaza general.
‘Checo’ perdió la oportunidad de firmar su cuadragésimo podio en la F1, al tiempo que Sainz, quinto en el Mundial (con 184 puntos) -que en 2023 logró en Singapur la única victoria del año que no se anotó Red Bull y que este fin de semana afronta su Gran Premio número 200- se quedó con las ganas de subir por vigésima cuarta vez a un cajón en la categoría reina.
Ambos tendrán una nueva oportunidad en Marina Bay, donde Alonso -en espera de tiempos mejores, cuando el inglés Adrian Newey diseñe el Aston Martin, a partir de marzo próximo, pero, sobre todo, con miras a 2026- intentará optimizar una vez más las prestaciones del AMR24, al igual que hiciese el pasado domingo en Baku.
En una F1 en la que cada vez se habla más en español, Colapinto, de 21 años -con cuya aportación Williams ha superado a Alpine en el Mundial de constructores- también intentará mantener su progresión en Singapur, cita en la que el bonaerense disputará su tercer Gran Premio en la categoría reina. Con el coche con el que competirá el año próximo Sainz, a quien a su vez Hamilton sustituirá en Ferrari.
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