Ciudad Guayana. Nicola Di Bari es un ya octogenario cantante italiano, que por allá a principios de los 70, nos entregó en su áspera voz, el hermoso tema “El último Romántico”.

Aquel “que cuando da una flor sin decir nada, sabe ver y comprender por la expresión de tu rostro, y el temblor que hay en tu mano, si me amas…”.

Y en el fútbol siempre existirán los románticos. Los que a cambio de nada, le dan una mano a la felicidad de la manera más sencilla y efectiva.

Los conocemos y aun los identificamos en la canchita, en el terraplén, tragando polvo o abriéndose camino entre la agreste maleza de los costados y la avenida rasurada de frente al arco.

Siempre estarán allí, balón y pito en mano, voz de maestros, induciendo vidas con su mensaje esclarecedor, repleto de valores. Olvidados, la mayoría,  por quienes algún día alcanzarán la gloria.

Con ellos, los pequeños que corren tras la ilusión, así el hambre –sobre todos en estos días-  los atropelle,  y los peligros estén al acecho sobre sus humanidades indefensas.

Siempre  llaman la atención esos humildes pedagogos del oficio futbolístico, porque los tuvimos cuando fuimos pequeños, y fueron nuestra carta de salvación. En ese maravilloso objeto esférico encontramos muchos el sentido de nuestra existencia. 

Un día nos dispusimos ser como ellos, sin la pretensión de estrategas del balón, sino con la fe puesta en quienes necesitan una voz orientadora, un grito de aliento, tan difícil en estos tiempos de carencias materiales y afectivas.

Y nos introdujimos donde queman las papas, en el barrio conocido como Toro Muerto al suroeste de Puerto Ordaz, en nuestra misión de atajar, sin muros ni alambradas,  a quienes mañana nos pueden reclamar todo lo que no tuvieron, nuestra indiferencia.

Así nació en enero 2019 la Fundación Zapatos Rotos sin más instrumentos que un balón, un pito y un mensaje de esperanza a los sueños.

Dios nos escuchó porque se abrieron espacios, y aparecieron la sensibilidad y la comprensión de unos pocos que entendieron la razón fundamental de este emprendimiento de uno de los últimos románticos.

Desde la FZR, el agradecimiento al Colegio de Abogados del Municipio Caroní por sus instalaciones y a la Fundación por Amor a Venezuela por su apoyo incondicional.

“Muito Obrigado” a la Fundación del Club Atlético Paranaense de Brasil, por la dotación de material deportivo, en su proyecto social Escola Furacao en Venezuela.

Igual gratitud a esas  personas que prefieren permanecer en el anonimato y que animan para no desmayar en este esfuerzo por transformar vidas.

Carlos Dickson Pérez, presidente de la FZR

TELEFONICA: VALORES PARA LA VIDA

Recientemente, la FZR ha tenido un acercamiento con la Fundación Telefónica Movistar, que a través de su Voluntariado ofreció a los niños una charla sobre “El Fútbol como Herramienta de Valores para la Vida”.

Románticos al rescate, hay que llevar al fútbol al alcance de los que menos pueden asumir los costos de su práctica cada vez más monetizada.

Pronto volverá la actividad de la FZR  con las debidas previsiones sanitarias.

“Y por qué, si el amor es amor y lo es desde  siempre, yo debo cambiar. Y por qué si son ya tantas cosas que vamos cambiando, no cambia el amor”, canta Nicola.

Redacción SNPD con

información prensa FZR

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