Notas Pediátricas. Dolor Agudo en el Niño (II).

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Tratamiento

El dolor es el «quinto signo vital». Las intervenciones terapéuticas en la atención del dolor agudo comprenden técnicas no farmacológicas y técnicas farmacológicas. Las primeras son las de distracción (hipnosis o imaginación guiada), tratamiento físico y ocupacional, estimulación eléctrica transcutanea de nervios, la acupuntura y el masaje. Por lo común estas reducen la ansiedad y el dolor; pueden reducir la necesidad de opioides o de otros analgésicos y disminuyen los efectos secundarios inducidos por el fármaco, como la náusea y el vómito. Estas técnicas en la practica se hacen en los pacientes más complicados, en especial los que cursan con dolor crónico que requieren intervenciones frecuentes.-

Las formas orales de los analgésicos son la base del tratamiento farmacológico de los niños con diversos tipos frecuentes de dolor. Son adecuados para dolor de grado leve a moderado; el tratamiento parenteral se usa en caso de dolor intenso. Los medicamentos  administrados por vía oral a menudo tienen menor  biodisponibilidad que sus contrapartes intravenosas, de allí que las dosis por vía oral son más altas que las administradas por vía intravenosa.

Los analgésicos no carecen de efectos secundarios. Casi todos los analgésicos no esteroideos causan cierto grado de irritación gastrointestinal, excepto el acetaminofén (paracetamol), por lo cual se deben evitar en pacientes con mayor riesgo de gastritis o hemorragia gastrointestinal. Todos los analgésicos derivados de la aspirina tienen actividad anti plaquetaria, excepto otros analgésicos como el acetaminofén y el trisalicilatomagnesico de colina, por lo que se evitan en enfermos con trastornos hemorrágicos y en el post operatorio inmediato (24 horas).

El acetaminofén, introducido por primera vez en 1893, es un antipirético (medicamento contra la fiebre) con propiedades analgésicas (medicamento contra el dolor) débiles, no interfiere con la agregación o adherencia plaquetaria. Se utiliza en pacientes con dolor de grado leve a moderado o acompañando a otro analgésico u opioide en personas con dolor más intenso. En los niños la dosis de ataque  es de 20 mgrs/Kgrs/dosis por vía oral, o de 40 mgrs/kgr/dosis por vía rectal, con dosis de sostén de 10 a 15 mgrs/kgrs/dosis por vía oral y de 15 a 20 mgrs/kgrs/dosis por vía rectal, cada 6 horas mientras el fármaco sea necesario. La dosis máxima diaria es de 90 mgrs/kgrs-peso/dia cualquiera que sea la vía de administración. Toxicidad se observa a 300 mgrs/kgr-peso/día y consiste en necrosis hepatocelular.

Los antiinflamatorios no esteroideos, tipo diclofenac, ibuprofeno, naproxeno, ketorolac, son analgésicos más potentes que el acetaminofén y excelentes para el dolor de grado leve a moderado. Tienen efecto sobre la unión de las plaquetas y puede causar ulceras gástricas y aumentar la hemorragia postoperatoria, y en ocasiones es peligroso en los casos en que es necesario la fusión osea.Cualquiera de estos medicamentos que sea utilizado o la vía de administración, el inicio del alivio del dolor se logra entre 20 a 30 minutos.

El uso de opioides también está indicado en el alivio del dolor, la morfina es el opioide prototipo. Los opioides de uso frecuente son la morfina y la codeína. Todos los opioides (morfina, fentanil, meperidina y codeína) producen efectos fisiológicos y secundarios semejantes. Los efectos secundarios más temidos son la depresión respiratoria, la apnea y la muerte, sin embargo si se usan a dosis terapéuticas contra el dolor, la depresión respiratoria es muy rara; el temor de inducirla nunca se debe poner como excusa para no tratar el dolor. La apnea (falta de respiración) es rara y sucede más a menudo cuando los opioides se utilizan junto con sedantes. Todos los opioides y no solo la codeína son antitusivos potentes. La supresión súbita de los opioides después del tratamiento persistente puede dar lugar al síndrome de abstinencia o supresión ((taquicardia, lacrimazion, bostezos, estornudos, moquiadera, nauseas, vómitos, hipertensión, inquietud e insomnio). En los niños tratados correctamente con este tipo de fármacos para el dolor, la adicción es extraordinariamente rara y las preocupaciones respecto a ella nunca deben influir sobre la atención con analgésicos en los niños.-

Hasta la Próxima.-

Dr. Hugo Lezama Hernández.

Pediatra Puericultor. Egresado de la Universidad de Oriente (UDO).

Miembro activo de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatria.Filial Bolívar.

Secretario de Relaciones Institucionales, Perìodo 2021-2023.

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