Muy pocas veces el Pediatra se enfrenta a este tipo de patología en el habla del niño, pero muchas veces cuando los padres nos refieren sobre esta anomalía en la articulación de la palabra es muy poco en lo que podemos ayudarle y no nos queda sino referirlo a subespecialidades tales como Neurología Infantil, Psicología Infantil, Terapia del Lenguaje, Otorrinolaringología,
La presente revisión hace un acercamiento sobre esta patología y como podemos ayudar a resolver este problema que no es menor y que puede influir de forma importante en su crecimiento y desarrollo conductual y de la personalidad del niño.
Los niños de «habla vacilante» son frecuentes en los de edad preescolar, Algunos autores como Travis da una frecuencia de 15 a 20% entre los 2 a 4 años y Strocher asigna una incidencia de alrededor de 3 %entre niños de 3 a 7 años. Es más frecuente entre los varones con respecto a las niñas. Su descubrimiento a temprana edad nos permite adoptar muy precozmente una serie de medidas durante esta etapa formativa de su personalidad ya que todas las investigaciones han demostrado que la tartamudez es más que todo un problema funcional de origen emocional, por este motivo ha sido calificado como una «neurosis de la palabra«.
La tartamudez entre las edades de 4 a 5 años es casi una condición normal, pero cuando persevera en el tiempo, debe ser tratada por el especialista o por los servicios apropiados. Diversas causas se mencionan entre las cuales tenemos, alteración de la personalidad infantil(inseguridad afectiva, ansiedad ,desajustes sociales, familiares),herencia, zurdería contrariada, alteración de los órganos periféricos de la fonación, imitación o «contagio» de otras personas, alteraciones del ambiente (sobreprotección, ansiedad para corregir el defecto, uso de castigos o humillaciones, enseñanza simultanea de dos idiomas,atmosfera hogareña tensa).-
El médico debe influir en la conducción psicoeducativa en el hogar, donde podemos nombrar las siguientes:
1.-Aceptacion comprensiva y paciente por parte de los padres y demás familiares. No presentar ninguna atención del defecto del niño por parte de familiares ni hacer que repita las palabras mal emitidas.-
2.-Apoyar psicoactivamente al niño aumentando la confianza del niño en si mismo, para que no tenga miedo de hablar.-
3.-Proporcionar juegos que aparte de que lo recreen sirva para dar curso a sus sentimientos. Destrucción de muñecos y recorte de figuras son útiles como actividad normal del niño.-
4.-Activar la socialización (reuniones infantiles, fiestas, pijamadas, compartires)-
5.-Evitar cualquier tipo de burlas, humillaciones o castigos por causa del defecto. Evitar los motivos de excitación, y si los va a recibir preparar al niño para afrontarlos adecuadamente.
6.-Cuando tartamudee decirle:»cálmate»,»por favor habla despacio».-
7.-Algunos ejercicios simples pueden usarse, como invitarlo a pronunciar frases sencillas, cuando ya se haya habituado a ello se puede invitar al niño a decir frases más largas, hasta hacer oraciones completas, Pueden hacérsele preguntas que debe responder rápidamente y si no lo puede hacer por el defecto es mejor que diga «no sé», tranquilizarlo y estar prepararlo para la próxima contestación.-
8.-El medico puede medicar con fármacos coadyuvantes que surtan un efecto beneficioso en los estados de ansiedad del niño.-
Aplicando en forma sencilla esta guía estaremos ayudando a que el niño con defectos del ritmo de la palabra supere este escollo en su camino hacia la adultez plena y libre de complejos y defectos que puedan redundar negativamente en su personalidad y calidad de vida futura.-
Hasta la próxima.-
Dr. Hugo Lezama Hernández.
Puericultor y Pediatra. Egresado de la Universidad de Oriente (UDO).
Miembro de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. Filial Bolívar
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