Notas Pediátricas. «Pataletas» o Crisis de Rabia en el niño

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Las crisis de cólera o «pataletas de rabia», si son esporádicas y por motivos aparentemente justificados, pueden ser normales al igual que la agresividad cuando es provocada por otras personas (golpear, morder, patear, auto agredirse, proferir frases insolentes).

Pero si toman un camino exagerado y repetitivo, sin motivos aparentes, deben ser considerados como manifestaciones de una personalidad distorsionada o conflictiva, a la cual el medico a través de los padres puede ayudar. Respecto a la ira también existen variables normales, hay niños fácilmente irritables y otros no, y la agresividad es más frecuente entre varones que en las niñas.

La sociedad actual con su tendencia competitiva mantiene cierta agresividad flotante, los hombres o mujeres exitosos en nuestra sociedad, muestran cierto grado de agresividad canalizada.-

Hay formas de agresividad pasiva que se expresan en el niño haciéndose el olvidadizo, haragán o muy lento a toda actividad. El niño aparenta no oír a los padres. La agresividad pasiva se adopta por diversos motivos (deseo de independencia, miedo ante los padres de expresar agresión en forma directa ante padres muy rígidos o autoritarios) o bien se aprovechan de padres muy permisivos o «consentidores».-

Las causas son múltiples, podemos nombrar las más frecuentes;

Las frustraciones o deseos insatisfechos, las cuales se pueden evitar por medio de una comprensiva disciplina en el niño.

Defectos de educación: niños «mal criados», a quienes desde muy pequeños se les acostumbro a obtener todas las cosas o caprichos por medio de la violencia, el llanto o las «pataletas de rabia». Los niños muy mimados son exageradamente propensos a estos accesos.

Enfermedades crónicas que provoquen incomodidad o limiten la actividad propia del niño (asma, erupciones muy pruriginosas, lesiones crónicas dolorosas, deformaciones esqueléticas, aparatos ortopédicos).-

Insatisfacciones del niño por carencia de expresiones de cariño de parte de los padres o cuando se sienten rechazados por estos. Los celos con respecto a otros hermanos pueden motivar crisis de cólera.-

Los padres habitualmente coléricos o que protagonizan entre si escenas de violencia, las cuales el niño imita.-

Para conducir y tratar estas actitudes del niño hay que adoptar una actitud tranquila por parte de los adultos, si es posible casi indiferente, para que el niño se dé perfecta cuenta de que no está ganando la atención por este medio. Ignorar al niño es la regla práctica, pues debilita esta conducta indeseada.

Los padres deben observar un poco y comprender los motivos de la crisis colérica, a veces el niño puede tener razón de reaccionar así. Pero se debe evitar que utilice cada ataque de rabia para obtener un deseo.

Revisión de las normas de vida del niño (hábitos de alimentación, sueño, juego) y tratamiento médico de alguna enfermedad o factor orgánico coadyuvante.

Los padres deben practicar el refuerzo psicológico (besos, aplausos, elogios) o material (caramelo, juguete) inmediatamente después de cada ocasión en que el niño por motivos iguales no reaccione con violencia.

En algunos casos el niño debe sentir que hay manos conductoras firmes a quienes debe respetar. Un castigo físico a veces es necesario, sobre todo cuando durante las crisis destruye cosas o arremete ciegamente contra las personas. Después vendrán las explicaciones correspondientes. Debe quedar claro en los padres o de los responsables del cuido del niño, que los castigos, amenazas o privaciones repetitivas nada consiguen si no se comprende al niño.-

Hasta la próxima.-

 

Dr. Hugo Lezama Hernández.

Pediatra Puericultor. Egresado de la Universidad de Oriente (UDO).-

Miembro activo de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. Filial Bolívar. Secretario de Relaciones Institucionales, Período 2021-2023

 

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