El síndrome mano-pie-boca es una enfermedad viral bastante común en los niños (no debe confundirse con la glosopeda o enfermedad boca-pie, también conocida como fiebre aftosa, que es una enfermedad que afecta a los animales).Ataca más frecuentemente a niños comprendido en el grupo etario de 1 a 4 años de edad.
La causa del síndrome mano-pie-boca puede ser una serie de virus, de los cuales el más común es el virus Coxsackie. Por lo general los niños se recuperan muy bien, sin tratamiento, en el periodo de una semana a diez días, aunque en casos muy poco frecuentes puede derivar en una meningitis viral o encefalitis (inflamación del cerebro).
Si su bebé contrae el síndrome mano-pie-boca, primero tendrá un poco de fiebre. También puede observar que su apetito no es el de siempre, y posiblemente tenga dolor de garganta y se sienta mal en general. De uno a dos días después de haber empezado la fiebre, le aparecerán unas llagas dolorosas en la boca, sobre la lengua, las encías o la parte interna de las mejillas, así que, posiblemente, estará irritable, o sea muy lloroso y aprensivo(tendencia a mantenerse abrazado a su cuidador).
También es posible que al pequeño le aparezca un sarpullido en las palmas (manos), las plantas (pies) y tal vez las nalgas. El sarpullido, que no produce comezón, aparece en forma de pequeños puntos rojos sin relieve que pueden transformarse en bultos o ampollas.
El virus puede transmitirse a través de las secreciones de la nariz y garganta, el líquido de las ampollas o las deposiciones. Si su bebé va a una guardería, debe mantenerlo en casa hasta que sus síntomas hayan desaparecido, o incluso más tiempo, ya que esta patología es altamente contagiosa.
El pediatra no podrá hacer mucho, pero le puede sugerir cómo bajarle la fiebre y aliviar el dolor. Y en caso de que no haya seguridad de que se trate del Síndrome mano-pie-boca, el médico podrá confirmarlo al examinar al niño. Es obligación del pediatra vigilar muy de cerca cualquier síntoma de deshidratación, ya que posiblemente las llagas en la boca pueden dificultarle a su bebé el ingerir comida solidad y beber líquidos.
Si tiene un cuadro relativamente leve de esta enfermedad, no podrá hacer mucho más que observar si tiene fiebre y asegurarse de que tome suficiente cantidad de líquido y alimentos. No obstante, si presenta un cuadro grave, puede que se sienta realmente mal.
Debes prepararte para tenerle mucha paciencia y tranquilizarlo, además de insistir con los líquidos. Una manera de aliviar transitoriamente el dolor consiste en humedecer un palito de algodón (hisopo) en una mezcla por partes iguales de un antiácido líquido (como por ejemplo Maalox o Mylanta) y un antihistamínico líquido para niños (como por ejemplo difenhidramina), y cubrir cuidadosamente el interior de la boca de tu bebé con esta solución(Solucion Wonder).
La combinación de estas dos medicinas que se venden sin receta médica protegerá y aliviará las llagas. Toma precauciones tales como lavar con frecuencia las manos de tu pequeño, lavar y desinfectar los juguetes y otros objetos que pudiesen tener gérmenes, y tratar de evitar el contacto con otros niños, ya que el virus es fácilmente transmisible por esta vía. Aun así, es imposible garantizar que su bebé no contraerá la enfermedad si está expuesto a una persona infectada.
Este tipo de lesiones en la boca (llagas), preocupa mucho a los padres, sobre todo cuando el niño se niega a comer, cursa con fiebre persistente y presenta deterioro de su estado general, pero afortunadamente es una enfermedad autolimitada y cura sin dejar secuelas. Lo que usted debe hacer es seguir adecuadamente las indicaciones de su pediatra de confianza y mantener la calma.
Hasta la próxima.-
Dr. Hugo Lezama Hernández
Pediatra y Puericultor
Egresado de la Universidad de Oriente (UDO)
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