Cuarenta y cinco años después de su último turno al bate, Tony Oliva disfruta en vida sentirse como un miembro del Salón de la Fama del Béisbol.
Su única pena es que no pueda compartir la ceremonia de exaltación en julio próximo junto a Minnie Miñoso.
Los dos cubanos formaron parte de las seis figuras que fueron elegidas al domingo para entrar al museo de Cooperstown.
«Al fin llegó esa llamada», dijo Oliva en una teleconferencia. «Como saben, tengo 83 años de edad. Mucha gente me decía que debí ser elegido hace 40 años. Es mejor estar vivito para entrar al Salón de la Fama y poder saludar y darle las gracias a la gente».
Oliva y Miñoso fueron elegidos tras la votación de dos comités de veteranos. Acompañarán a Buck O’Neil, defensor de peloteros negros dentro y fuera de los diamantes, así como a Gil Hodges, Jim Kaat y Bud Fowler.
Oliva y Kaat, ambos de 83 años y excompañeros en los Mellizos de Minnesota, son los únicos dos nuevos miembros que siguen con vida. El toletero Dick Allen, quien murió en diciembre pasado, se quedó corto por un voto.
Miñoso fue el primer pelotero latinoamericano de raza negra que jugó en las mayores, haciéndolo con los Medias Blancas de Chicago.
«Fue nuestro Jackie Robinson», evocó Oliva el domingo sobre su compatriota y el pelotero que rompió la barrera racial en 1947. «Miñoso me ayudó muchísimo, dándome consejos sobre del sistema. Era el ídolo para nosotros».
Fue la primera vez que O’Neil, Miñoso y Fowler tuvieron la oportunidad de llegar al Salón de la Fama bajo las nuevas reglas, honrando a quienes contribuyeron en las Ligas Negras. En diciembre pasado, las estadísticas de unos 3.400 jugadores fueron integradas a los libros de récords de Grandes Ligas cuando la MLB señaló que iba a «corregir una omisión en la historia del deporte» y reclasificó a las Ligas Negras como una liga mayor.
«Este tremendo honor hubiera tenido mucho significado para mi padre y es de mucho significado para nosotros», dijo Charlie Rice-Miñoso, hijo de Minnie Miñoso, en un comunicado. «Mi padre vivió el sueño americano. Puedo abrir puertas y romper barreras haciendo lo que amaba, cumpliendo su sueño de ser un pelotero de Grandes Ligas».
«Era orgulloso de ser negro, de ser cubano, de ser estadounidense y ser un pelotero profesional de los Medias Blancas de Chicago. Hubiera estado tan orgulloso de ser un Salón de la Fama», añadió.
Los seis nuevos integrantes serán entronizados en Cooperstown, localidad en el norte del estado de Nueva York, el 24 de julio de 2022, junto con los miembros nuevos elegidos por la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica. David Ortiz y Alex Rodríguez aparecen por primera vez en la papeleta, uniéndose a Barry Bonds, Roger Clemens y Curt Schilling. Los resultados de la votación se darán a conocer el 25 de enero.
Pasados por alto en previas elecciones, los nuevos miembros reflejan diversos logros.
O’Neil fue un primera base dos veces All-Star de las Ligas Negras y el primer coach de raza negra en las Ligas Nacional y Americana. Se convirtió en un embajador notable del deporte hasta su muerte en 2006 a sus 94 años y ya fue reconocido con una estatua dentro del Salón de la Fama en Cooperstown.
«Júbilo», dijo Bob Kendrick, presidente del Museo de las Ligas Negras de Béisbol. en Kansas City, Missouri, que O’Neil ayudó a crear, después que se anunciaron los resultados.
Saturnino Orestes Armas Miñoso fue dos veces «All-Star» en las Ligas Negras, antes de debutar con los Medias Blancas en 1951. Nacido en la Habana, «el Cometa Cubano» fue siete veces «All-Star» como miembro de los Medias Blancas y los Indios. Bateó sobre .300 ocho veces, lideró la tabla de bases robadas de la Liga Americana en tres ocasiones y ganó tres Guantes de Oro en el jardín izquierdo.
Miñoso se retiró por primera vez en 1964. Pero volvió con los Medias Blancas en 1976, con 50 años, y conectó un hit en ocho turnos. También tuvo un par de turnos en 1980, con lo que pudo actuar en cinco décadas distintas de béisbol profesional.
Los Medias Blancas retiraron su número 9 en 1983 y siempre estuvo acompañando al equipo hasta su fallecimiento en 2015.
O’Neil y Fowler fueron seleccionados el comité de los albores del béisbol. Miñoso, Oliva, Kaat y Hodges fueron elegidos por el comité de la era dorada.
Los comités se reunieron por separado en Orlando, Florida. El anuncio había sido programado para coincidir con las reuniones de invierno, que fueron canceladas por el paro laboral en la MLB.
Se precisaba de 12 votos (75%) para ser elegido: Miñoso recibió 14, O’Neil obtuvo 13; en tanto que Hodges, Oliva, Kaat y Fowler consiguieron 12 cada uno. Allen quedó con 11.
Nacido en Pinar del Río, Oliva fue tres veces campeón de bateo de la Liga Americana con los Mellizos. Fue seleccionado ocho veces para el Juego de Estrellas, bateando para .304 en 15 temporadas, todas con los Mellizos.
Kaat tuvo marca de 283-237 en 25 temporadas y ganó 16 veces el Guante de Oro.
Fowler, nacido en 1858, es reconocido como el primer jugador profesional de raza negra.
Hodges se convirtió en la más reciente estrella de los Dodgers de Brooklyn en llegar al recinto, sumándose a Jackie Robinson, Duke Snider, Roy Campanella y Pee Wee Reese. Hodges apuntaló su legado como el mánager de los «Milagrosos Mets» de 1969 que ganaron la Serie Mundial tras sorprender en cinco juegos a los súper favoritos Orioles de Baltimore. Hodges aún dirigía a los Mets cuando sufrió un infarto durante la pretemporada de 1972 y falleció a los 47 años.
Con información de Lasmayores.com
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