Ginebra.- El recrudecimiento de las hostilidades en el noroeste de Siria ha reducido a la mitad el número de instalaciones sanitarias operativas en la zona de Alepo e Idlib, lo que aumenta el riesgo de epidemias y otras emergencias sanitarias, advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El conflicto en los últimos reductos de la oposición siria en el noroeste del país ha interrumpido las operaciones de vacunación, y uno de cada tres centros de inmunización en la zona ha tenido que ser cerrado parcial o totalmente, subrayó la OMS.
Además, desde el 1 de diciembre decenas de centros sanitarios han suspendido sus servicios, por lo que de las 550 instalaciones en el noroeste de Siria sólo la mitad continúan funcionando, advirtió en una rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El médico etíope añadió que el conflicto ha desplazado en la zona a 900.000 personas, de las que medio millón son niños, que en muchos casos se ven obligados a dormir junto a sus familias al raso, por lo que corren el riesgo de sufrir hipotermia y afecciones respiratorias.
Tedros denunció además los ataques armados contra dos hospitales en Alepo, y recordó a las partes en conflicto que «las instalaciones sanitarias no son un legítimo objetivo en un conflicto, por lo que atacarlas es una violación de las leyes internacionales».
Aunque en los ataques del lunes no hubo daños personales, en lo que va de año se han producido seis ataques a instalaciones sanitarias en el noroeste de Siria, con 10 muertos y 30 heridos.
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