Cerca de un centenar de activistas se manifestaron hoy de manera casi silenciosa en la COP29 de Bakú, donde formaron una cadena en torno a salas de plenarios con pancartas y tararearon canciones de protesta, para denunciar que la organización de la cumbre les había prohibido hablar, cantar o dar palmas.
«En estos espacios comunes nos han permitido hacer una cadena humana alrededor de la de la conferencia con nuestras consignas, pero a cambio no podíamos hablar ni cantar consignas», explicó a EFE el portavoz de Greenpeace España, Pedro Zorrilla.
En el sexto día de la cumbre del clima que hasta el 22 de noviembre aloja la capital de Azerbaiyán, los activistas rodearon las salas de plenarios y sujetaron carteles que rezaban frases como “paguen” o “justicia climática”, exigiendo a los países representados en la COP29 acuerdos ambiciosos para frenar el calentamiento global y financiar la transición en el mundo en desarrollo.
«En otros países se pueden hacer más cosas fuera. Normalmente la sociedad civil protestaba fuera con grandes manifestaciones y todo tipo de actos para expresar lo que está pidiendo la población y la sociedad civil», señaló Zorrilla.
Naciones Unidas
Según explicó, «en estos tres últimos años no se ha podido hacer fuera del recinto de Naciones Unidas y, a cambio de eso, Naciones Unidas ha permitido que dentro de la conferencia se hagan algunos actos, pero se hacen siempre con esta forma muy pactada, muy controlada».
Con todo, es la primera cumbre, según los impulsores de la protesta silenciosa, que reciben la prohibición de hablar o cantar, y de mencionar explícitamente las palabras “combustibles fósiles” y “anticapitalismo”.
Así, los activistas entonaron en coro las canciones habituales -que suelen decir, por ejemplo, «el poder para el pueblo, porque el pueblo tiene el poder», pero eludieron la letra, mientras chasqueaban los dedos.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!