Desde tiempo prehistóricos el ser humano se preocupó por los fenómenos humanos, por conocer las cosas, hasta imaginar la existencia de diosas y dioses de todas las formas y para todo, sin importarle la verdad de esos dioses o cosas. Todo conformaba la cultura de esa época.
Después hubo más racionalidad y su curiosidad aumentó. Grecia fue la cuna del politeísmo. Su cultura y sus necesidades alimentaban la presencia de los dioses del mar, de la guerra, el dios del amor, la diosa de la agricultura. Los griegos tenían dioses locales y nacionales. Esto, producto de la mente especulativa. En el período presocrático surgieron los falsos filósofos que iniciaron el esoterismo, la brujería. Platón, Sócrates y Aristóteles pensaron en un ser superior. Más tarde surgió el pensamiento racionalistas que da origen al pensamiento científico.Los pensamientos religiosos dan cabida al monoteísmo. Pero el demonismo, la brujería, la hechicería, no desaparecieron. Se conservan.
En la Biblia se hace advertencia de la existencia de Satanás, se le apareció en forma de serpiente a Moisés; son símbolos del mal que usan brujos y brujas como medio para hacer daño a personas mayores o niños mediante el pago de un buen dinero; esto les permite usar joyas hermosas, lujos y visita a restaurantes finos pagados por quien los buscan para “hacer un trabajito”. Su familia vive bien.
En América, Venezuela, Colombia, Cuba y Dominicana, es donde más presencia tienen la santería, los chamanes.
Es famosa María Lionza, en las montañas de Sorte; Negro Primero, un soldado que sirvió a Bolívar; el Cacique Guaicaipuro.
En Brasil el Shangó. Venden amuletos. Se lee el tabaco, se cruzan fotos con alfileres, y a los hombres les dan agua de no sé dónde, se leen las cartas, son símbolos que representan la santería latinoamericana. Algunos las utilizan con propósitos personales o políticos. El cristianismo castiga la brujería. Ocurre en países con 90% de católicos, se aprovecha la libertad de culto.
Más sofisticados son los llamados médium que utilizan sus facultades mentales y se valen de la astronomía. En la novela “Canaima”, Rómulo Gallegos hace referencia a la creencia en los astros cuando narra que el gato que iba en la curiara servía de brújula al piloto, al reflejarse la luna en los ojos del felino.
Según las creencias populares, las mujeres con menstruación no pueden podar matas porque se mueren (las matas). En momentos del parto si no pueden expulsar la placenta, las comadronas (algún médico aún lo hace) le mandaban a tomar un vaso de orín del esposo y la placenta salía. En el campo los campesinos tienen una época del año para sembrar y tener buenas cosechas.
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